“Como si fueran tareas”, así intercambian drogas por dinero en la UNAH

Mientras catedráticos imparten sus clases, docentes y estudiantes recorren los pasillos y la seguridad de la UNAH recorre la zona, el microtráfico de drogas continúa latente en la Ciudad Universitaria en donde con entregas discretas y personalizadas los traficantes hacen llegar la droga a sus clientes. A continuación la situación captada por EL HERALDO.

Fotos: EL HERALDO.

En la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se han identificado nuevos métodos de tráfico de drogas. Las autoridades universitarias ya tienen perfiles de los traficantes que utilizan innovadoras estrategias para distribuir estupefacientes dentro de Ciudad Universitaria.

Un periodista encubierto de EL HERALDO investigó cómo se hacen los pedidos de droga dentro de la UNAH. Vía WhatsApp, se contactó con un distribuidor y solicitó tres dosis de marihuana y tres de cocaína, descubriendo que las entregas se realizan tres días a la semana.

El distribuidor explicó que la marihuana cuesta 150 lempiras y la cocaína 250 lempiras, con un cargo adicional de 200 lempiras por la entrega en aulas. Esta modalidad de entrega a domicilio ha sustituido los puntos de venta visibles que antes eran comunes en la universidad.

Anteriormente, la venta de drogas era visible en varios puntos de la UNAH, como el famoso reloj y el edificio J1. Sin embargo, la gestión de Odir Fernández ha implementado nuevas medidas para reducir el microtráfico, lo que ha obligado a los distribuidores a innovar en sus métodos.

Las drogas ahora se entregan ocultas en cajas de maquillaje para evitar levantar sospechas. Este nuevo método de camuflaje facilita la entrega discreta de estupefacientes dentro de las aulas de la UNAH.

El proceso de compra ya no es tan expedito como antes. Los capos ya no están en sus plazas y ahora es necesario realizar los pedidos de manera anónima vía WhatsApp, lo que deja el acceso a las drogas a un clic de distancia.

EL HERALDO realizó varias compras de cocaína, marihuana y brownies a diferentes proveedores. Para llegar a estos distribuidores, se visitaron los antiguos puntos de venta dentro de la UNAH, descubriendo que ya no operaban allí.

Estudiantes dentro de la UNAH facilitaron a EL HERALDO números telefónicos de proveedores de drogas, advirtiendo sobre los riesgos y la necesidad de precaución al realizar los pedidos.

Después de realizar un pedido de cocaína y marihuana, el distribuidor se comunicó nuevamente con el periodista para confirmar la entrega, demostrando la organización y precisión en la operación de estos traficantes.

El viernes, una joven nerviosa entregó las drogas al periodista infiltrado en una bolsa naranja, que contenía una caja de maquillaje y un estuche de pintalabios, confirmando el método de camuflaje utilizado.

El periodista siguió a la joven hasta los baños del primer piso, donde entregó el dinero de la droga a un hombre, demostrando la existencia de una red organizada de distribución dentro de la UNAH.

La entrega de estupefacientes se realizó mientras se impartían clases y había movimiento de estudiantes y personal de seguridad, demostrando los riesgos y la audacia de los traficantes.

La investigación de EL HERALDO revela cómo el tráfico de drogas en la UNAH ha evolucionado y se ha adaptado a nuevas medidas de seguridad, utilizando métodos innovadores y clandestinos para continuar operando dentro de la universidad.

EL HERALDO compró cocaína, marihuana y hasta brownies con dos diferentes capos y proveedores, y para poder llegar a ellos se visitaron los puntos de drogas que operan dentro de la UNAH. Para sorpresa de este rotativo, ya no estaban las plazas.