Doctora mató de un disparo a su bebé de cuatro meses: el caso que conmociona a Nueva York

Calificada como una doctora excepcional y muy preocupada por sus pacientes, así es recordada la reconocida oncóloga Krystal Cascetta, del Hospital Mount Sinai, que mató de un disparo a su bebé en Nueva York. Su muerte está rodeada de muchas preguntas.

Fotos: Twitter/Facebook.

Conmoción en la comunidad médica de Nueva York ha provocado la fatal noticia de una reconocida oncóloga que asesinó de un disparo a su bebé de cuatro meses y luego se quitó la vida.

La doctora Krystal Cascetta, 40 años, era una hematóloga oncóloga altamente respetada en el prestigioso Hospital Mount Sinai de Manhattan. Se especializaba en cáncer de mama y lideraba ensayos clínicos e investigaciones para profundizar en el entendimiento de la enfermedad.

La profesional de la salud supervisaba la atención y tratamiento de pacientes en dos centros de infusión del Mount Sinai en Queens, donde era reconocida como una profesional compasiva y entregada

Desde joven, la pasión de la Dra. Cascetta por la medicina fue evidente. Se graduó en el Albany Medical College y realizó una beca de oncología en el Mount Sinai, donde se convirtió en profesora y figura destacada en la investigación oncológica.

El asesinato seguido de suicidio tuvo lugar alrededor de las 7 de la mañana del sábado en la lujosa residencia familiar, valorada en un millón de dólares, en el tranquilo suburbio de Somers, Westchester, informó la Policía del Estado de Nueva York.

Si bien no se proporcionó el sexo y la edad del recién nacido, un registro de bebés en línea, recogido por medios locales, apunta que se trataba de una niña de 4 meses y medio.

El esposo de la doctora Cascetta, Timothy Talty, de 37 años, no estaba presente en ese momento en su hogar, pero sus padres sí y fueron ellos quienes hicieron el macabro hallazgo del cuerpo de la bebé y su madre.

De acuerdo a un oficial neoyorquino, la llamada de auxilio al 911 la realizó una persona no identificada dentro de la residencia, quien al escuchar el primer disparo, corrió a la habitación del bebé, pensando que algo se había caído.

El mismo testigo, tras escuchar la segunda detonación de arma y al encontrar la puerta cerrada con llave se apresuró en derribarla, y encontró a la mujer y su bebé ya sin vida. No pudieron hacer nada por ninguna de las dos.

“Era la última persona de la que esperarías algo así. Una doctora excepcional que se preocupaba profundamente por sus pacientes”, comentó un colega y agregó que “todos estamos tratando de comprenderlo”.

Los motivos que llevaron a la doctora Cascetta a cometer el lamentable crimen ha causado asombro y pesar entre la comunidad, pues se mostraba llevando una vida feliz junto a su esposo, con quien habían fundado Talty Bar, una empresa de barritas energéticas que ella apoyaba con entusiasmo.

Su familia no reportó que la profesional de salud sufriera de depresión o alguna enfermedad que la orillara a cometer el crimen seguido de suicidio. Tampoco había intentado quitarse la vida antes.

Tampoco se conoció de que la pareja tuviera problemas o episodios de violencia doméstica, sin embargo, un vecino de la doctora reveló a New York Post que vio ambulancias y patrullas policiales en la puerta de la residencia familiar al menos dos veces este verano.

Mientras su familia y la comunidad llora su trágico fin, la policía continúa con las investigaciones en busca de respuestas a esta desgracia, pues no entienden qué fue lo que llevó a la doctora a segar la vida de su bebé.