Doris Aguilar previno a su familia: “si algo me sucede, él es el responsable”

La hondureña Doris Aguilar, residente en Phoenix, Arizona, había advertido a su familia sobre el peligro que corría a manos de su acosador, José Cuellar, antes de ser asesinada por él.

Foto: Redes sociales

Aguilar, quien era apasionada del fitness, había compartido con sus seres queridos su preocupación y miedo por Cuellar, quien la seguía y la acosaba constantemente.

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El 1 de julio, Cuellar secuestró a Aguilar. Seis días después, el 7 de julio, la policía encontró sus cuerpos en estado de descomposición dentro de un vehículo alquilado en el estacionamiento de un restaurante de carnes cerca de un gimnasio que Aguilar había frecuentado en el pasado.

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Cuellar mató a Aguilar antes de quitarse la vida, se desconoce la forma en que asesinó a la hondureña.

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Steve Fischer, un investigador privado contratado por la familia de la víctima, afirmó que la joven había informado a su familia y amigos sobre las amenazas y el comportamiento peligroso de Cuellar.

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“Le contó a su familia y a personas importantes de su vida sobre esta persona y que, si algo le pasaba, él era el responsable”, dijo Fischer. “Él la asustó”.

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Cuellar, quien trabajaba en el mismo edificio que Aguilar, había sido despedido aproximadamente un año antes del asesinato. A pesar de ello, continuó acosándola, enviándole mensajes amenazantes y apareciendo inesperadamente en su gimnasio. El temor de Aguilar era tal que cambió de gimnasio para evitar a Cuellar.

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El 27 de junio, Cuellar publicó un inquietante mensaje en Facebook dirigido a Aguilar: “Voy a recuperar mi membresía de por vida (del gimnasio). Nos vemos pronto”. Pocos días después, los cuerpos de ambos fueron descubiertos.

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La investigación reveló que Cuellar había alquilado el vehículo donde se encontraron los cuerpos. Sin embargo, no se hallaron pruebas de que el asesinato ocurriera dentro del automóvil, lo que sugiere que Aguilar fue trasladada después de ser asesinada, además la descomposición del cuerpo de la joven era mayor que la de su asesino.

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Fischer también mencionó que Cuellar dejó una nota en el vehículo en un intento de hacer parecer que Aguilar se había suicidado.

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“Trató de hacer que pareciera que se había suicidado”, explicó Fischer. Según los datos del teléfono de Aguilar, este se apagó el 1 de julio poco después de las 8 de la noche., coincidiendo con el inicio de su secuestro.

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Además, de acuerdo con las imágenes de la escena del crimen, Cuellar tomó de la mano a Aguilar para morir junto al cadáver de la joven.

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