Malvado y repugnante: instalan altar satánico navideño en Capitolio

Generando malestar en la mayoría de la población, la exposición pública fue destruida poco antes de poder ser retirada de Capitolio de Iowa en donde había sido colocada con la autorización de la gobernadora Kim Reynolds. Lo que se sabe del escándalo en el Capitolio de Iowa.

Fotos: X.

El hallazgo ocurrió en la sede de la legislatura del estado de Iowa en Des Moines, Estados Unidos.

Se trata de una exposición “navideña” consistente en una calavera de Baphomet y un pentagrama rojo sangre.

En otras palabras, se trata de un altar en el que se adora a Satanás, lo que ha generado todo tipo de comentarios entre los residentes de Iowa.

La instalación contó con la aprobación de la gobernadora republicana Kim Reynolds, poniendo sobre ella el foco de atención por el escándalo.

Uno de los primeros en rechazar el altar es el congresista Brad Sherman, del Congreso estadual, quien la ha calificado de “malvada” y “repugnante” la exhibición e inició una protesta para su retiro.

El propio Sherman redactó un comunicado en el que pide a la gobernadora que “elimine de inmediato esta exhibición blasfema, basándose en que es inconstitucional y ofende a Dios, de quien depende el estado de Iowa para recibir bendiciones”.

“Exijo que se apruebe una ley prohibiendo exhibiciones satánicas en nuestro edificio del Capitolio y en todas las propiedades de propiedad estatal”, se lee en la nota del congresista.

Quien se sumó al rechazo contra el altar erigido en ese espacio público fue el actor Michael Cassidy, exmilitar y cristiano, quien no lo pensó dos veces antes de decapitar la estatua de Baphomet instalada por el Templo Satánico en el Capitolio del estado de Iowa.

El Templo Satánico, que profesa no creer en la existencia real de Satanás, sino como “símbolo”, está multiplicando este tipo de exposiciones públicas por todo el país, pese al rechazo generalizado.

Para Iowa, un estado abrumadoramente cristiano, es inaudito que el templo de Satanás obtuviera permiso para erigir una estatua de esa índole, en su representación como Baphomet, en el Capitolio del Estado de Iowa en pleno periodo prenavideño.

El actor decapitó la estatua, la derribó y luego arrojó la cabeza -un cráneo de cabra- a la basura, luego declaró al Sentinel, que destruyó la estatua para despertar a los cristianos ante los actos anticristianos promovidos por el gobierno.