Javier Milei y sus radicales propuestas para Argentina ¿Qué tiene en la cabeza?

Poco conocido en el algunos países de Latinoamérica hasta hace algunas semanas, hoy el político autodenominado “Peluca” Milei tiene el 30% de los votos en su país Argentina, que lo convierte en favorito para ganar las elecciones presidenciales, que se realizarán el próximo 22 de octubre. A continuación los principales puntos de su propuesta de gobierno que ha acaparado a sus electores.

Fotos: Instagram@javiermilei.

Con su famosa frase “Que viva la libertad, carajo”, el ganador de las elecciones primarias en Argentina rechaza el aborto y promueve la portación de armas, pero al mismo tiempo defiende la libertad de género y la legalización de las drogas.

Se autodefine “anarcocapitalista”, porque “el enemigo es el Estado”. Pero también dice que es “minarquista, alguien que considera que el Estado solo debe estar a cargo de la seguridad y la justicia”.

Los principios de “vida, libertad y propiedad” estructuran el pensamiento del político que promueve sin matices de su partido La Libertad Avanza, a veces a costa de caer en contradicciones que dificultan encasillarlo.

Es también anticlerical, ya que considera al papa Francisco una encarnación del comunismo y suele decir que está listo para pasarse el judaísmo.

Uno de las propuestas que más causan controversia es el modelo económico que propone Milei para Argentina, la reducción del Estado a su mínima expresión, ya que según él es la única forma de reducir el gasto de la política y el déficit fiscal. “Si los políticos son una “casta parasitaria y corrupta”, es en el Estado donde hacen sus negocios sucios y roban el dinero “al ciudadano”, considera.

Milei considera que en caso de ganar la presidencia eliminará los ministerios de Educación, Salud y Desarrollo Social, las “cajas negras” que usan los políticos para enriquecerse. Aunque no ha revelado como atenderá ess áreas tan necesarias en una nación.

Para Milei, la función del Estado debe limitarse, según la visión de Milei, a la seguridad interior y la administración del sistema judicial. Sin Estado, las relaciones sociales son contratos entre privados. Este principio es relevante en la estructuración del pensamiento del candidato.

Otra de sus propuestas es que el Estado no debe intervenir en el matrimonio. “Las personas pueden casarse con quien deseen, ya sean de distinto o del mismo sexo”. El político no está casado y no se le conoce pareja alguna.

Si el individuo es un ser que no puede ser condicionado por el Estado, la forma en que se vive la sexualidad “es una elección personal”, dice Milei. “No estoy para nada de acuerdo con que la homosexualidad sea una enfermedad”, dice.

La venta de órganos por necesidades económicas merece la atención de Milei. Debería regularse, dice, por la oferta y la demanda, sin intervención de autoridad alguna. “Mi primera propiedad es mi cuerpo. ¿Por qué no voy a poder disponer de mi cuerpo?

Como buena parte de sus votantes son “celestes”, el color que idéntica a los grupos católicos que hicieron campaña contra la ley de interrupción voluntaria del embarazo, el candidato considera que la vida comienza con la concepción. “La mujer puede elegir sobre su cuerpo, pero lo que tiene dentro del vientre no es su cuerpo”, considera Milei.

Aunque profesa la fe católica, pero su relación con la Iglesia no es la mejor. Suele cargar contra el papa Francisco, al que en distintas ocasiones ha llamado “jesuita que promueve el comunismo”, “personaje impresentable y nefasto” o “representante del maligno en la Tierra”.

“Si vos te querés suicidar no tengo ningún problema, pero no me pidas que yo pague la cuenta. Si no te vas a hacer cargo de tus decisiones me parece injusto”, sostiene el candidato en referencia al consumo de drogas que planea legalizar en su gobierno.

El argentino considera que “el calentamiento global es otra de las mentiras del socialismo”, así como piensan dos de sus grandes inspiraciones: Donald Trump y Jair Bolsonaro.

También propone “incendiar el banco central” para que el país no pueda emitir moneda, “una estafa que lleva a la pérdida del poder adquisitivo”, ya que culpa a la inflación de devastar la economía de Argentina.

El candidato, que se define como de orientación libertaria, sobrepasó a las dos fuerzas que han gobernado durante las últimas dos décadas: el macrismo (Juntos por el Cambio), que obtuvo el 28% de los votos, y la coalición oficialista peronista-kirchnerista, Unión por la Patria, que sacó el 27%.