Ramiro Ocasio Moya, el constructor de esperanzas para la niñez hondureña

Solidaridad, nobleza y compromiso son tres de las cualidades que caracterizan a Ramiro Ocasio Moya, quien en su anhelo por ayudar a los niños de Honduras, ha construido 23 escuelas. Aquí te contamos más detalles sobre Ramiro.

Foto: Redes sociales

Ramiro Ocasio Moya nació en Boston, Estados Unidos. Hijo del puertorriqueño Ricardo Ocasio y de la hondureña Norma Moya, Ramiro se crio en El Progreso, Yoro, desde los cinco hasta sus 17 años.

Angelo Avila

En Estados Unidos se ganó la admiración de muchas personas por su heroico acto en el que rescató a un anciano que cayó en las vías de un tren subterráneo en Nueva York el 18 de enero de 2013, día que jamás olvidará.

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El deseo de Ramiro por ayudar a los niños de Honduras surgió en la Navidad de 2009. Recuerda que un niño llegó a pedir comida, a lo que Ramiro le dijo que sostuviera el plato para poder traer más, pero el pequeño huyó con la comida.

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Fue así que inicialmente Ramiro comenzó a repartir canastas con alimentos para las familias menos favorecidas de El Progreso cada 31 de diciembre.

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Cuando el niño huyó, Ramiro se molestó al inicio. Pero luego se percató que de ese plato de comida estaba alimentando a su familia. Conmocionado, decidió llevar comida para toda la familia del infante. Ese día llenó de reflexión a Ramiro sobre querer hacer algo por los niños de Honduras.

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Su socio, Jonathan Henes, lo motivó a crear una fundación para poder ayudar a transformar las vidas de los niños. En ese sentido, junto a los socios de la firma en la que trabajaba, Kirk-land & Ellis, crearon The Foundation for Education In Honduras (FEIH).

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Desde el 15 de octubre de 2015, Ramiro junto a la FEIH han construido 23 escuelas en 16 de los 18 departamentos de Honduras, principalmente en las áreas rurales del país.

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El 22 de enero de 2016 inauguraron la primera escuela construida, ubicada en la comunidad de San Antonio del Sur en el municipio de El Progreso.

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FEIH no se limita solo a la construcción de escuelas y dotación de insumos como pupitres y pizarrones. También apoyan a los niños con uniformes y útiles escolares.

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De igual forma, las escuelas cuentan con espacios recreativos para que los niños se diviertan en los recreos.

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Gracias a la iniciativa de Ocasio Moya, FEIH, los donantes y cooperantes cientos de niños acceden al derecho a una educación en condiciones dignas.

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Para Ramiro, ayudar no solo se trata de recolectar dinero, sino también de estar presente en los proyectos.

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Para Ocasio Moya, la educación es la llave para la transformación del país y creación de oportunidades para las futuras generaciones.

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La meta de FEIH y Moya es seguir llevando esperanza por medio de la educación.

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Los niños expresan su gratitud por el noble gesto del hondureño y su fundación, quienes velan porque los niños sigan estudiando.

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Por su dedicación e inalcanzable labor a favor de los niños sin esperar algo a cambio, Ramiro fue condecorado como ciudadano distinguido por la municipalidad de El Progreso.

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Además de su profunda vocación por ayudar a los demás, Ocasio Moya también tiene una fuerte pasión por el fútbol, sobre todo por el Real Madrid.

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Juntando su pasión por el fútbol y por servir a la comunidad, decidió crear la Copa FEIH, un torno de fútbol para compartir con los más pequeños.

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Van 23 escuelas construidas en 8 años, y esperan llegar a más. Para este mes de abril, se inaugurará otro centro educativo en Agua Blanca Sur, en la ciudad de El Progreso.

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