Enfermera fue asesinada por vecino que la vigilaba desde su casa

Yaraseth Zepeta García tenía 37 años y llevaba una vida tranquila, dedicada a atender a los niños enfermos de cáncer en el hospital donde trabajaba, ella jamás se imaginó que un vecino suyo estaba pendiente de sus movimientos, esperando el momento para atacarla.

Fotos: Cortesía

Yaraseth Zepeta García vivía en la Calle Maderas, entre Calle Ostra y Avenida Ébano, en la colonia Veracruz de Xalapa, en México.

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Ahí también vivía su vecino, Mauro Armando “N”, quien la vigilaba desde su casa, sin que ella lo supiera.

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El 22 de abril de 2023, el cuerpo de la joven enfermera fue hallado sin vida dentro de su casa. La persona que la asesinó había escapado con algunas de sus pertenencias, entre ellas su carro.

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El automóvil fue encontrado un día después, es decir, el 23 de abril, en la calle La Loma, de la misma colonia.

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En imágenes en poder de la Policía se observa al vehículo circulando por diferentes calles de la ciudad, cuando Yaraseth ya había sido asesinada.

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Gracias a eso se logró dar con su paradero y el asesino fue captado bajándose del vehículo y retirándose del lugar caminando. Además, lo que encontraron en su interior les permitió ubicar al responsable.

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Dentro del carro estaba una bolsa de color negro en cuyo interior se encontró una pipa de cristal, un encendedor y una credencial de elector a nombre del sospechoso del crimen.

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La fiscal general del Estado, Verónica Hernández Giadáns, dijo en una conferencia de prensa que gracias a esa credencial se investigó la residencia del sujeto, llevándose la sorpresa de que era un vecino de la mujer asesinada.

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Desde la casa de ella se podía ver a la de él y viceversa. “Pudiéndose presumir que vigilaba a Yaraseth Zepeta desde su domicilio”, detalló la funcionaria.

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Las autoridades dijeron que al momento en que se intentó abordarlo para hablar con él e interrogarlo, el hombre intentó agredir a los agentes, por lo que fue detenido. Debido a esto fue capturado, pues además se le encontró en posesión de drogas.

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Al momento de la detención a Mauro también se le halló en poder del teléfono celular de la joven. Posteriormente se allanó su casa y había una camisa de uniforme de enfermería de la Secretaría de Salud dentro del ropero del hombre; también había una llave del vehículo Kia de la joven y una credencial de la Universidad Veracruzana a nombre de la víctima.

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Por si fuera poco, la fiscal general dijo que se encontró un cuchillo con mango de plástico con rastros de sangre que coinciden con la de Yaraseth Zepeta y otros teléfonos celulares, boletas de empeños, llaves y más narcóticos.

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Además, al ser entrevistados, dos vecinos del sujeto revelaron a las autoridades que el día del asesinato él se acercó para pedirles que le proporcionaran ropa limpia, pues les dijo que había tenido un percance. Ellos accedieron y le regalaron un pantalón a cuadros y unas botas cafés.

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Esa misma fue la ropa con la que se le captó en las cámaras de seguridad de la ciudad cuando bajó del auto de la enfermera tras estacionarlo en una alejada calle de la colonia.

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En agradecimiento por darle la ropa, Mauro Armando les regaló un maletín lleno de zapatos nuevos y una pequeña cartera donde después ellos encontraron documentos de Yaraseth y recetas médicas a su nombre.

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El personal de la Fiscalía detectó algunas lesiones en el meñique izquierdo de Mauro “N”, “que presentan características de mordedura, de origen humano, de tipo estática, realizadas por persona adulta”, por lo que se cree que la enfermera intentó defenderse.

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“Yara”, como le decían de cariño, fue sepultada en su lugar natal y sus familiares y amigos se mostraron consternados, pues la describieron como una mujer de luz, que servía a todos sin excepciones.

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La mujer fue despedida en una caravana, mientras sus allegados pedían justicia.

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Sus colegas enfermeras y compañeros de trabajo del Centro Estatal de Cancerología “Dr. Miguel Dorantes Mesa”, también se han manifestado para que el crimen sea juzgado como un feminicidio.

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