Al decidir ir a juicio, JOH quiere enviar mensaje a sus cómplices

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las tácticas dilatorias del expresidente Juan Orlando Hernández y su defensa no surtieron efecto en el juez Kevin Castel de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, quien confirmó que mañana, 20 de febrero, se inicia el juicio por tres cargos de narcotráfico.

Hernández se declaró inocente el 22 de abril de 2022, cuando se presentó por primera vez ante el juez Castel. Ahora, abandonado por sus leales del Partido Nacional y por una comunidad judía que a principios le enviaba a su celda comida kosher y le impartían conocimientos sobre la Torá, Hernández enfrentará a los implacables fiscales de la justicia estadounidense.

Hasta los coconspiradores, los expolicías Mauricio Hernández Pineda y Juan Carlos Bonilla, alias “El Tigre”, lo dejaron solo en el juicio, y tras declararse culpables se volvieron una amenaza contra él.

Y es que el exgobernante en ningún momento mostró interés en declararse culpable, ya que para llegar a un trato con la Fiscalía debía entregar información verificable sobre narcotraficantes y criminales que las autoridades norteamericanas consideraran más grandes que él.

Además, la Fiscalía no mostró mayor interés en negociar con Hernández “porque simplemente la evidencia es supremamente contundente”, afirmó a EL HERALDO Mike Vigil, exjefe de Operaciones Internacionales de la Administración para el Control de Drogas (DEA).

De acuerdo con Reynaldo Rubio, experto en criminología, Hernández es una persona que sabe de sus actos delictivos, pero no muestra arrepentimiento. O puede ser que lo tenga interiormente, sin embargo, no lo muestra frente a sus cómplices, en este caso, políticos, mareros, policías y militares, según la misma Fiscalía de Estados Unidos. Su mensaje es “miren, tengo carácter, asumiré el juicio, las consecuencias y aceptaré el resultado”, dijo.

Para Rubio, la Fiscalía Sur de Nueva York se juega toda su credibilidad en este juicio y no va a permitir que un narcotraficante insigne se salga con las suyas.

Según el analista Miguel Cálix, este juicio -que inicia mañana- la mayor parte de la población hondureña lo ve con expectativa, curiosidad, unos con preocupación, otros se preguntan ¿qué va a pasar? Todo depende de la simpatía política.

Los opositores a Hernández quieren que lo condenen y se conozcan sus socios o cómplices; mientras que en el caso de los miembros del Partido Nacional presentan una combinación de pesar y decepción, algunos tienen la esperanza de que todo sea falso.

En el caso de la población que no es opositora ni simpatizante, hay una combinación de sorpresa, disgusto, indignación, de que el nombre del país salga a relucir solo por lo malo, reflexionó Cálix.

Mientras tanto, Graco Pérez, experto en temas internacionales, expresó que independientemente del resultado del juicio contra Hernández, internacionalmente la imagen de Honduras ya tiene un impacto negativo. Se trata de acusaciones relacionadas con el tema del narcotráfico y eso no enorgullece a nadie, analizó