Futuro de Juan Orlando Hernández pasa a las manos del jurado

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Durante un periodo de 45 minutos a una hora, el juez Kevin Castel continuará este jueves dándole las últimas instrucciones al jurado que decidirá el futuro del expresidente Juan Orlando Hernández.

En seguida, el juez entregará una copia del expediente a cada uno de los 15 integrantes y en seguida se retirarán a una sala privada a deliberar.

“Mi responsabilidad es instruirlos sobre los lineamientos de la ley, tu responsabilidad es aceptar mis instrucciones y no cuestionar ninguna de ellas”, acotó el juez Castel durante la primera etapa de las instrucciones.

“Con base a la evidencia, ustedes (el jurado) deciden la credibilidad de los testigos y deben determinar cada hecho enmarcado en la ley”, instó. Aseguró que “mi responsabilidad es revisar la conducta de las partes y el jurado en este juicio. La decisión debe de estar libre de toda discriminación de raza, color y edad”.

“La simpatía hacia el acusado o no, no deben afectar sus decisiones. Tienen que tener claro que todos somos iguales ante la ley”, manifestó. Señaló que la calidad de la evidencia es lo que importa y debes preguntarte si la evidencia presentada durante el juicio es razonable.

“La ley te permite considerar valorar los testimonios desde la duda razonable”, dijo. Sobre el particular, la investigadora Carolina Meléndez declaró que “la decisión deberá estar basada en evidencia presentada durante el juicio evitando cualquier prejuicio o influencia externa”.

“Los argumentos de los abogados defensores no son parte de la evidencia ni ninguna recolección de pruebas externas relacionadas al caso”.

¿Culpable o no culpable? Esta será la determinación que adoptará el jurado luego de la presentación y desfile de testigos durante el juicio que se extendió durante tres semanas en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.

El jurado se puede extender el tiempo que sea necesario para emitir un fallo, que deberá ser unánime. Y si existe alguna diferencia deberán continuar con las deliberaciones hasta que halla un voto unificado de los 15 miembros del jurado.

Más temprano, el juez Castel ordenó a las partes comenzar a exponer sus argumentos finales ante el jurado. Por una lado, la defensa pidió condenar al acusado y por otro la defensa solicitó una absolución. El fiscal Jacob Gutwillig entró acusando fuertemente al acusado. “Juan Orlando es un narcotraficante. Aprovechó su posición de gobernante para traficar drogas”, acusó el fiscal.

Afirmó que durante su declaración ante el jurado fue aprovechado para mentir y decir cosas que no son reales. “El Juan Orlando Hernández real es quien estuvo al centro de una de las organizaciones más violentas y dañinas del mundo”, señaló. “Ayer y hoy el acusado bajo juramento dijo que nadie está por encima de la ley pero él sabía exactamente lo que hacía para mantenerse en el poder”.

Mientras tanto el expresidente, sentado en el banquillo de los acusados, negaba con su cabeza cada señalamiento del fiscal Gutwillig.

Al mismo tiempo dijo: “Juan Orlando Hernández fue un narcotraficante a gran escala y debe ser declarado culpable no solo por las pruebas que presentamos en el juicio, es culpable porque no hay duda de ello”. Durante su testimonio, Hernández confirmó que visitó Graneros Nacionales, testificó que supo que gente en su partido traficaba. Sabía que su hermano traficaba.

Presentamos testigos, le contamos los mismos hechos desde diferentes perspectivas, acotó. Hablemos de la evidencia que demuestra que el acusado cometió crímenes, los testigos manifestaron cómo conspiraban juntos aunque no hay audios, videos, ni mensajes, ni registros bancarios , pero “este juicio no se resuelve así”.

“Esta gente (los testigos) hablan verdades porque saben cómo funciona todo el engranaje”. Manifestó que Hernández mintió sobre la fotografía que le mostraron junto al cabecilla del cartel de los Valle Valle, Arnulfo Valle. “Él mintió”, señaló. La Fiscalía sostuvo Hernández conocía cada una de las operaciones de los carteles; “era el presidente y la droga pasó por lo largo y ancho del país”.

En su tesis, los fiscales aseguraron que un kilogramo de cocaína tiene un valor de tres mil dólares, diez mil kilos 40,000 dólares, “imagínense las ganancias”. “El dinero, esa ganancia lo motivó a seguir traficando, pagando sobornos para mantenerse traficando droga que ha afectado tanto a Estados Unidos”, expresó.

“Esta no solo fue una historia de corrupción de un político, es el caso de un hombre que por su posición traficó y facilitó el tráfico de drogas”.

Recordó que Fabio Lobo estuvo en una posición de privilegio, quien es hijo del hombre que antecedió al acusado. “Fíjense en la palabra ‘sea discreto’, El acusado la usó en más de una ocasión. No lo olviden”, expresó. Expresó que Alexander Ardón, exalcalde de El Paraíso, Copán, era un narcopolítico como JOH.

“Quería tenerlo cerca para protegerlo. Todos los testimonios tenían una conexión”, declaró. Además, Hernández no capturó ni extraditó a Ardón y tampoco lo hizo con Geovanny Fuentes Ramírez.

Aseguró que “no estamos pidiendo que se olviden los terribles crímenes de los testigos, solo tomen en cuenta que ellos estaban allí cuando Juan Orlando iba al Congreso en el carro de su esposa.

Estaban allí cuando recibió millones de dólares en sobornos”. “No olviden esto: Juan Orlando Hernández dijo que cuando hay voluntad hay camino, ¿cuál era el camino del demandado?; el tráfico de drogas”, aseguró.

Reprochó que Hernández en público incautaba bienes, extraditaba personas, creaba leyes, “pero recuerden que nada de eso recompensa lo que él hacía en privado”. “Juan Orlando Hernández es culpable de los cargos. Para la conspiración solo necesitamos demostrar que apoyó a estas organizaciones y las pruebas lo demuestran”. “Fue el presidente de Honduras y al final era un narcotraficante”, concluyó.

En seguida y en medio del murmullo de los presentes, Renato Stabile, abogado de Hernández, expuso sus argumentos finales y atacó las pruebas presentadas por la Fiscalía. “Ustedes vieron fotografías, libros contables, transcripciones, pero recuerden que era el presidente de Honduras y se tomaba fotografías con muchas personas”, manifestó.

“No hay videos, no hay audios, no hay cheques, no hay historiales financieros, nada de mensajes de textos, no hay testigos imparciales, no hay fechas específicas”, declaró. Mientras pronunciaba sus alegatos señaló que las evidencias fueron débiles y “si suman todos los testimonios, suman cero más cero más cero”.

Sostuvo que Hernández Alvarado enfrentó a los narcotraficantes y los extraditó. Estableció que son “224 muertes (entre todos los testigos), cuatro sentencias de prisión de por vida más 84 años de cárcel”.

Asimismo, atacó los testimonios del contador José Sánchez, Alexander Ardón, Devis Rivera, Fabio Lobo y Mario Guillermo Mejía Vargas. “Ustedes vieron cómo esta gente trabaja. José Sánchez dijo que tiene un video del presidente tomando dinero del narcotráfico, pero no existe tal video”, dijo. “José Sánchez dice que perdió tres USB en una maleta, todo eso es pura especulación.

Él era un contador y debió tener pruebas de cheques, registros de Excel, y pregunto ¿dónde está esa evidencia?”, dijo Stabile. Asimismo, identificó una serie de contradicciones entre Devis Rivera y Fabio Lobo, cuando aseguraron que pagaron sobornos a Hernández.

“El Cachiro” dijo que había entregado 250,000 dólares y Fabio 200,000 dólares en 2013. Para ese momento Los Cachiros ya estaban colaborando con la DEA.

“Toda esta gente contaron que son criminales, que son asesinos y también dijeron que sobornaron a Juan Orlando y no tiene prueba. “Fabio Lobo dijo que no hay documentos y que esos documentos es la palabra, ¿ustedes le creen?”, manifestó.

No les pido que hagan otra cosa sino creer en esta que son criminales, que pueden asesinar con sus armas, pero que también pueden asesinar con sus mentiras, exhortó Stabile.

“Han hablado de fraude electoral, pero no tiene pruebas. Los Valle Valle les dijeron que en 2013 le dieron un millón de dólares a Juan Orlando pero es ilógico que si le diste todo ese dinero a cambio de protección que después quieras matarlo”, sustentó.

No obstante, para 2014 la administración de Hernández confiscó los bienes de los Valle y también en ese momento impulsaron un plan para asesinar al expresidente por sus pretensiones de extraditarlos. “Aquí vino el policía (Mario Mejía Vargas) diciendo que vio un cuarto lleno de dólares en la casa de “Tony”, ¿ustedes creen que es cierto?”. Reprochó que Leonel Rivera, cabecilla de Los Cachiros, trabajaba para la DEA, entonces, ¿cómo sería extraditado? Si Leonel les dijo que había visto a Geovanny Fuentes en la cárcel y que compartieron tiempo ahí, ¿crees que no tienen tiempo para crear esta historia si son socios?”, recordó.

Pregúntense, ¿quién está protegiendo a quién?, atacó. Ustedes vieron cómo usaron a Fabio y le tendieron una trampa y tiene que tener claro que nadie los pidió para extradición, ¿cómo iban a ser extraditados?, expuso el defensor de Hernández. En Honduras hay una ley que si una persona es acusado no puede ser extraditado, aseveró.

Si Hernández estaba protegiendo a narcos, ¿cómo iba a extraditar a los Valle?, declaró. Manifestó que “todos (los testigos) afirman que deben decir la verdad, contar todos sus crímenes, pero la verdad es que ellos recibirán un carta 5K1. Uno de ellos tenía acceso en prisión a un teléfono, ¿para qué creen ustedes?, obvio, para seguir traficando drogas, expresó. “Nadie puede decirle cómo votar en este veredicto, ni en una elección. No es necesario aceptar todo lo que dice Estados Unidos. Le pedimos que no sea culpable de todos los cargos”.