Defensa de JOH solicita que se prohíba mostrar ejemplos de armas reales durante juicio

A criterio de la defensa del expresidente Juan Orlando Hernández, no es necesario mostrar los ejemplos reales de armas para comprender cómo funcionan ya que dicha medida solo serviría para asustar al jurado

La defensa del expresidente Juan Orlando Hernández se mostró en contra que la Fiscalía de EUA lleve un arsenal de armas reales a la Corte del Distrito Sur de Nueva York el próximo lunes -4 de marzo-.

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PETICIÓN

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Mostrándose en contra de presentar ejemplos de armas reales durante el juicio, se pronunció la defensa del expresidente de la República (2014-2018 y 2018-2022), Juan Orlando Hernández, este sábado -2 de marzo-.

El escrito girado por el abogado defensor Renato Stabile al juez Kevin Castel, informó que la Fiscalía de EUA tiene como propósito presentar este lunes -4 de marzo- como testigo contra Hernández a “John Miller”, un oficial de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), quien identificará un arsenal de armas ante el jurado que presuntamente sirvieron para la conspiración de alias JOH.

En ese sentido, Stabile recomendó al gobierno de EUA que el oficial Miller identifique el armamento pesado a partir de fotografías, pues considera que el jurado podría comprender el funcionamiento del armamento sin necesidad de mostrarlas en físico en la sala 26b de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.

“La defensa no se opone a que el oficial Miller las identifique a partir de fotografías, son armas sobre las cuales ha habido testimonios específicos en el juicio y explicar cómo funcionan”, recalcó Stabile en la misiva.

Del mismo modo, consideró que la presencia de la artillería en la sala servirá para “asustar al jurado” y representaría una “pérdida de tiempo” en el desarrollo del juicio contra el exgobernante hondureño reelecto en 2017.

“Llevar este arsenal de armas reales al tribunal no sirve más que para inflamar y asustar al jurado, es una completa pérdida de tiempo y se hace para mostrar. No hay ninguna razón por la que el jurado necesite ver estas “ayudas demostrativas” en persona para comprender cómo funcionan”, argumentó el togado al juez Kevin Castel.

Stabile ejemplificó la intención de la Fiscalía de EUA como si también llevarán ante el jurado un contenedor “lleno de toneladas de cocaína” para explicar su funcionamiento

“Sería como si el Gobierno llevara ante el tribunal un contenedor lleno de cocaína solo para mostrarle al jurado cómo son varias toneladas de cocaína. No hay absolutamente ningún propósito”, comparó el profesional del derecho.

La defensa de JOH reiteró a Castel y la Fiscalía de EUA que no existe “evidencia” que el exmandatario hondureño haya usado personalmente armas para promover la conspiración de tráfico de drogas por el que se le acusa.

“Tomamos medidas para impedir que el Gobierno lleve este arsenal de armas a la Corte el lunes, bajo la Regla FRE 403, porque el ligero valor probatorio de exhibir estas armas al jurado como ayudas demostrativas”, finalizó el escrito.

Beretta 92FS
HK MP-5 (metralleta)
P90 (metralleta)
M4 (similar a M-16)
AR-15
AK-47
Granada montada en cohete
AK-47
AK-103
Keltec PMR 30
IMI Galil
FN 57
Glock
Uzi
RPG (arma antitanque; lanzacohetes de hombro)
Browning M2 Calibre 50

A lo largo de las dos primeras semanas de juicio, una decena de testigos ha puesto de manifiesto los estrechos vínculos entre el narcotráfico y la política del país centroamericano, salpicando a expresidentes, exdiputados y hasta actuales funcionarios.

En su mayoría, los testigos contra JOH son narcos que cooperan con la justicia, agentes de la agencia antidrogas estadounidense y hasta la fugaz novia de un jefe de la Mara Salvatrucha MS-13.

El más reciente en subir al estrado fue un expolicía hondureño, condenado en Estados Unidos, quien dijo haber contado con la protección del expresidente y su hermano.

Tanto Raymond Colon como Renato Stabile sostienen que no hay ninguna prueba que demuestre que recibió los sobornos, que hasta el momento suman unos 168.3 millones de lempiras -según los testimonios-.

La defensa de Juan Orlando Hernández intenta socavar la credibilidad de los testigos, de los que muchos han obtenido o esperan obtener beneficios para reducción la condena u obtener visados para ellos y su familia para residir en Estados Unidos.