Invasión de Ucrania podría precipitar crisis alimentaria aguda en Sudán, según oenegé
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SUDÁN.-Cerca de la mitad de la población de Sudán podría empezar a pasar hambre de aquí a fin de año, una crisis alimentaria aguda precipitada notablemente por la guerra entre Ucrania y Rusia, dos de los principales exportadores de trigo, advirtió David Wright, director de operaciones de Save the Children.
“Veinte millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria” de los 45 millones de habitantes de Sudán, uno de los países más pobres del mundo, aseguró en una entrevista con la AFP este responsable.
Por un lado, porque “del 86 al 87% del trigo del país proviene de Rusia y Ucrania”, y por otro, porque la invasión de Ucrania por parte de Moscú ha disparado los precios mundiales más allá de los récords de 2008 que ya habían provocado disturbios por alimentos, prosigue.
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Según la ONU, actualmente uno de cada tres sudaneses ya necesita ayuda humanitaria, en un país donde la inflación se acerca al 260%, la moneda se encuentra en caída libre y el precio del pan se ha multiplicado por diez desde el golpe de Estado militar de octubre que privó al país de cualquier apoyo político o económico internacional.
De la noche a la mañana, el Estado perdió el 40% de sus ingresos: el Banco Mundial suspendió 2.000 millones de dólares en ayudas y Estados Unidos, 700 millones. Peor aún, Washington, que en 2021 envió al país 300.000 toneladas de trigo, no entregará las 400.000 toneladas prometidas en 2022.
“La suma de todos estos hechos” conducirá al “grave deterioro de una situación que ya no era buena” de partida, subraya Wright.
Las familias, teme Wright, podrían “recurrir a estrategias equivocadas para hacer frente” a esta situación, como el abandono escolar, el trabajo infantil o el matrimonio de niñas adolescentes o jóvenes.
Sudán ya es uno de los peores alumnos del mundo árabe, con tasas de matriculación del 76% en primaria pero solo del 28% en secundaria, según Unicef.
Y, una vez más, quienes más lo sufrirán serán los 3,3 millones de desplazados en el país, principalmente en Darfur (oeste), región asolada durante décadas por los conflictos, así como el millón de refugiados de Sudán del Sur, Etiopía y Eritrea, países vecinos también plagados de violencia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advertía del riesgo de “un huracán de hambrunas” en muchos países, citando en particular a Sudán.
Porque con la guerra en Ucrania, la ayuda humanitaria podría redireccionarse este año hacia Europa: la ONU estima que 12 millones de personas dentro de Ucrania necesitarán protección, así como otros cerca de cuatro millones que han huido a los países vecinos.