Kiev y otras ciudades de Ucrania son atacadas antes de reinició de diálogo
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KIEV, UCRANIA.- Las delegaciones de Rusia y Ucrania tienen previsto reanudar este martes las conversaciones con el objetivo de lograr un alto el fuego, pero el conflicto, iniciado hace 20 días, se intensifica, sobre todo en Kiev y su región, blanco de intensos ataques rusos.
Además, este martes se superó la cifra de tres millones de personas huidas de Ucrania desde el inicio de la ofensiva rusa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un organismo de la ONU.
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Entre ellos hay 1,4 millones de niños. Es decir, en este momento en Ucrania casi cada segundo, un niño pasa a ser refugiado, dijo James Elder, portavoz de Unicef.
A los huidos fuera del país se suman los desplazados internos y las víctimas, imposibles de calcular de manera confiable por el momento. Este martes, dos personas murieron en el bombardeo de un edificio del distrito de Sviatoshin, en el oeste de la capital, donde 27 personas pudieron ser rescatadas ilesas. El edificio de 15 plantas ardió tras un bombardeo, según los servicios de rescate ucranianos.
“A las 04h20 de la mañana, todo tembló con fuerza. Me levanté, mi hija corrió y me preguntó: ‘¿Estás viva?’ Pero en una de las habitaciones no podíamos sacar a mi yerno y a mi nieto, así que rompimos las puertas y pudieron salir”, dijo a la AFP Lyubov Gura, de 73 años, que vivía en el piso 11 y pudo ser rescatada por el personal médico.
Frente a una casa, un cadáver envuelto en una bolsa de plástico negra yacía en el suelo.
Otro edificio de nueve plantas fue alcanzado en el distrito de Podil (noroeste), más cerca del centro de la ciudad. Una persona fue atendida y hospitalizada, según los servicios de emergencia.
La explosión destruyó las ventanas de varios edificios, constató la AFP. A primera hora de la mañana, varias personas tiraban por las ventanas los escombros de los pisos destruidos del edificio.
El alcalde de la ciudad, Vitali Klichkó, declaró un toque de queda de 35 horas a partir de las 20h00 horas (1800 GMT) del martes por el momento especialmente “peligroso” que vive la capital, donde al menos la mitad de la población ya ha huido.
La ciudad recibe este martes a los primeros ministros de Polonia, la República Checa y Eslovenia, que viajaron en tren para reunirse con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y el primer ministro Denys Shmygal, indicó un comunicado de la presidencia polaca.
El objetivo de la visita es “reafirmar el apoyo inequívoco del conjunto de la Unión Europea (UE) a la soberanía e independencia de Ucrania y presentar un conjunto de medidas de apoyo al Estado y sociedad ucranianos”, según el texto.
La visita, la primera de líderes extranjeros a Kiev desde el inicio de la guerra, se produce antes de la reanudación el martes de las conversaciones ruso-ucranianas, interrumpidas el día anterior. El Kremlin dijo que no tenía “ninguna pronóstico” sobre el resultado.
Las conversaciones se celebran por videoconferencia después de tres rondas cara a cara en la vecina Bielorrusia y una reunión el pasado jueves en Turquía de los jefes de la diplomacia rusa y ucraniana.
El presidente Zelenski aseguró que los rusos “han empezado a entender que no conseguirán nada con la guerra”.
“Me han dicho que [las conversaciones en curso] fueron bastante bien”, dijo el jefe de Estado. “Pero vamos a esperar y ver”, añadió.
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Su homólogo ruso, Vladimir Putin, también había mencionado el viernes “avances” en las conversaciones.
Pero Rusia ha ampliado al mismo tiempo su ofensiva a todo el país y el lunes el Kremlin habló incluso de la posibilidad de tomar bajo “control total” las principales ciudades que ya están rodeadas.
Desde el viernes, los combates se han extendido al oeste del país. Un ataque el lunes contra una torre de televisión cerca de Rivne (noroeste) dejó 19 muertos y nueve heridos, según las autoridades locales.
En la gran ciudad de Dnipro, en el este, relativamente intacta hasta ahora, el aeropuerto fue bombardeado el martes y provocó una “destrucción masiva”, según su alcalde, que no mencionó víctimas por el momento.
En el sur, los rusos siguen intentando tomar Mariúpol, una estratégica ciudad portuaria en el Mar de Azov, que lleva días asediada.
Pero, según el Estado Mayor ucraniano, han perdido 150 soldados en la ofensiva y se han “retirado”. Esta información no pudo ser verificada por fuentes independientes.
Un convoy de ayuda humanitaria, que lleva días intentando llegar a la ciudad, fue bloqueado de nuevo el lunes por soldados rusos en Berdiansk, a 85 km de Mariúpol, según las autoridades ucranianas.
No obstante, unos 160 coches pudieron salir de la ciudad, donde miles de residentes viven en sótanos, sin agua, electricidad, calefacción ni alimentos.
En Rusia, una mujer, identificada por la oenegé OVD-Info como Marina Ovsiannikova, irrumpió el lunes por la noche en el plató de una importante cadena de televisión con un cartel que criticaba la ofensiva en Ucrania.
“No a la guerra. No crean la propaganda. Aquí les están mintiendo”, decía el cartel. El vídeo del incidente se hizo viral en las redes sociales, y muchas personas alabaron su “extraordinario valor”.
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El uso de la palabra “guerra” en los medios rusos o por parte de particulares para describir la intervención rusa en Ucrania se castiga ahora con un juicio y fuertes sanciones. Las autoridades rusas se refieren a su ofensiva en Ucrania como “operación militar especial”.
El martes estaba previsto que entrara en vigor una cuarta serie de sanciones de la UE, con medidas contra el acceso al mercado de bienes de lujo rusos o sobre la presencia del país en instituciones financieras internacionales.
En Barcelona (España) el yate de un oligarca ruso valorado en casi unos 140 millones de dólares (unos 128 millones de euros) fue retenido el lunes como parte de las sanciones, según el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. “Y va a venir más”, advirtió.
Según el diario español El País, se trata del yate “Valerie”, que estaría relacionado con Serguéi Chemezov, jefe del conglomerado ruso de la industria de defensa Rostec, y aliado del presidente ruso, Vladimir Putin.
Las sanciones aplicadas hasta ahora ya han congelado unos 300,000 millones de dólares de reservas rusas en el extranjero, lo que podría impedir a Rusia hacer frente a varios pagos de deuda en divisas en marzo y abril.
Rusia acusó el lunes a los países occidentales de intentar provocar un default “artificial” con sus sanciones.