Maestros de éxito
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Desde hace muchos años se viene reconociendo la labor positiva de maestros y maestras por su desempeño en la enseñanza y el resto de actividades dentro del proceso educativo; a esto se agrega la participación de los maestros dentro del desarrollo de la comunidad en la cual se desempeñan y en la participación y evolución de su centro educativo.
El ser un buen maestro o maestra depende del centro donde haya estudiado, institutos departamentales, en las escuelas normales y actualmente en la Universidad Pedagógica Nacional. En tiempos pasados existieron escuelas normales de mucha fama: Escuela Normal de Varones Pedro Nufio, Escuela Normal de Señoritas, ambas funcionaron en esta capital, entre otras. Los y las jóvenes que se prepararon para impartir el saber a la juventud hondureña dejaron atrás de sus vidas una estela lumínica como maestros excelentes.
Para estimular a esta clase especial de maestros y maestras se crearon formas de reconocimientos: por un lado el Gobierno, que buscaba en las escuelas al mejor entre todos los maestros; seleccionando al docente con éxito en la enseñanza y todo el proceso de aprendizaje; a estos se les entregaba, en acto especial, pergaminos más un premio de recuerdo.
El profesor galardonado era motivado a continuar y mejorar su categoría; al cumplir muchos años en el ejercicio de su carrera iba obteniendo muchos más reconocimientos, con los que lograba convertirse en un docente de éxito; hubo maestros que acumularon más de 60 diplomas y pergaminos, estos docentes son todos aquellos y aquellas que con el paso de los años siguen siendo maestros que siempre recuerdan aquellos hermosos años de ejercicio de su profesión, los buenos docentes siempre fueron grandes lectores, convertidos en académicos y orgullo para sus familiares. En el instituto del municipio de Trascerros (hoy Nueva Frontera), Santa Bárbara, saludamos al profesor Everett Ludin Salazar Rivera por su éxito profesional.