Mesas sin comensales
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La práctica de comer en la mesa familiar nos lleva a dialogar, es una oportunidad única para educar, para limar asperezas, para aprender a amar, para sonreír cuando las cosas nos van mal. También se puede cultivar la generosidad, la paciencia, la escucha, la puesta de acuerdo, la serenidad o el agradecimiento por compartir juntos la mesa servida. No hay cosa más triste que comer en soledad.
Históricamente, los sectores que intervienen en el sistema productivo, la industria, el gobierno y los consumidores hemos estado enfrascados en una permanente pugna por un solo tema, los precios. Hemos puesto a un lado principios básicos como la libertad y la justicia social. No digamos temas como calidad, mejoramiento de la oferta, variedad, inocuidad y otros que son igualmente importantes.
En una sociedad como la hondureña deberíamos unirnos para defender los principios del libre mercado y participar activa e igualitariamente en este, utilizando nuestra libertad de vender y comprar en total libertad y sin presiones de ninguna especie.Este nuevo gobierno está reactivando las mesas sectoriales, lo cual es de aplaudir y apoyar.
La primera ha sido la Mesa del Arroz. Lo que nos extraña es que el primer y más importante actor que debería estar sentado en la mesa no ha sido invitado. Nos referimos a los consumidores. Una mesa dispuesta con diversas comidas y manjares, pero sin comensales que la degusten, disfruten y agradezcan es una contradicción mayúscula. Esa ha sido la actitud repetida de un gobierno tras otro. Hablan en nombre de los consumidores, pero no les importan sus opiniones, críticas o aportes.
Artículo 19 Honduras se ha levantado como una voz de los que no tienen voz, en un ambiente plagado de intereses mezquinos, especulación, baja calidad, competencia desleal, desinformación, explotación, lucro desmedido y engaño. Nuestra contribución en las diversas mesas en las que hemos participado ha sido siempre con una base informada, transparente y sin inclinaciones a ninguna de las partes. Hemos sido actores determinantes que han incidido en el beneficio de los consumidores hondureños.
Por supuesto, algunos de estos actores quisieran vernos fuera de estas mesas para no tener que lidiar con nuestros aportes y señalamientos puntuales.Hacemos un llamado a la Secretaría de Desarrollo Económico y a la Secretaría de Agricultura y Ganadería para darle la representación necesaria a los consumidores a través de sus organizaciones legalmente constituidas, a fin de volver realidad el concepto de participación ciudadana.
Los intereses de los consumidores siempre deben estar sobre los de determinados grupos productivos y económicos que le han causado mucho daño al país. Nuestro compromiso es serio cuando decimos que velaremos por los verdaderos intereses de los consumidores, como lo hemos venido haciendo desde el año 2007 cuando nació Artículo 19 Honduras.
Todos vivimos, trabajamos, producimos, negociamos, compramos e invertimos aquí: en Honduras. Nos necesitamos. No somos enemigos de nadie. Sólo somos una voz que reclama ser escuchada porque estamos cansados que otros decidan por los consumidores. Apoyaremos a quienes apoyen al pueblo, pero sin egoísmos, trampas ni cortapisas.
A menos que importemos nuestra propia comida entonces comeremos el mismo frijol que come todo el pueblo y la misma tortilla nacida de la tierra de Froylán Turcios, la pródiga. Comamos juntos. Hablemos. Actuemos.