El Festival de Los Confines retribuye a Alfonso Kijadurías, la fuerza del silencio hecha poesía
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GRACIAS, HONDURAS.- “La presencia del maestro Kijadurías dignifica al país y al Festival de Los Confines”, dijo el poeta y gestor cultural Salvador Madrid al referirse al poeta salvadoreño que viajó desde Vancouver, Canadá, a Gracias, Lempira, para sumarse a la fiesta cultural más grande de Honduras.
La séptima edición del proyecto celebra la obra del originario de Quezaltepeque, a quien Editorial Efímera le ha publicado la antología “Zozobras completas”.
Diversos escritos de sus poemarios “Los estados sobrenaturales y otros poemas” (1971), “Obscuro” (1997), “Confusión” (2003) y “Fragmentos del azar” (2012), entre otros, se reúnen en esta compilación.
La presentación del libro tuvo lugar en Casa Galeano, en el marco del día dos del festival. El galardonado se acompañó del también poeta y conferencista Alfonso Fajardo, quien fue elegido para esbozar el legado de más de cinco décadas de Kijadurías en las letras.
Se refirió a él con profundo respeto y admiración, y lo catalogó como un “un poeta silencioso, pero sin igual”.
Fajardo no escatimó en asegurar que “Zozobras completas” mantiene viva la cosmovisión propia de los libros de Kijadurías, y que el poeta aprovecha el título para regalarnos una obra intuitiva.
“Antes de la palabra, fue el silencio, dice el poeta al abrir el libro”, leyó Fajardo.
“Y es verdad que uno no sabe lo que le espera al abrirlo, pero es imposible salir ileso de semejante viaje”.
Asimismo, complementó su participación halagando una de las cualidades más invaluables del homenajeado.
“En Kijadurías encontramos una característica valiosa que no todo poeta posee: la humildad. Es un poeta silencioso, pero sin igual. Y así se convirtió, por méritos propios, en un maestro que ha ejercido una influencia innegable en otras generaciones”.
Tras agradecer la sentida introducción, fue momento de que el agasajado compartiera una breve lectura de la antología que se le había obsequiado.
Comenzó citando su obra “Obscuro”, recordando que la escribió hace más de dos décadas, estando muy lejos de su país. Y luego continuó leyendo sus versos, que culminaban entre decenas de aplausos.
Para finalizar, en respuesta a una de las preguntas hechas por el público que escuchaba atento, el también narrador expresó “vivo solo en Vancouver y no convivo con intelectuales, pero eso mismo me permite seguir escribiendo con libertad. Soy feliz allí, aun cuando siento nostalgia por mi país. Y sí, sigo escribiendo solo en español”.
“Quiero agradecer a cada uno de los organizadores de este hermoso evento y a todos los asistentes por el amor a la poesía y a las artes, que nos hacen vivir y nos unen. Lo que la política no hace, la poesía lo logra”, finalizó Kijadurías.