I Pagliacci: traiciones, desamor y tragedia en la ópera de Leoncavallo

El Teatro Nacional Manuel Bonilla de Tegucigalpa abrió el telón para presentar la obra maestra del italiano Ruggero Leoncavallo a cargo de un elenco de lujo

Canio es víctima de la traición de la mujer que cree poseer, pero que ama en secreto al hombre que no eligió.

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Espectáculo

Tegucigalpa, Honduras.- Lejos de historias románticas idealizadas y de personajes heroicos con finales felices, I Pagliacci retrata realidades duras y emotivas de la vida cotidiana, aunadas a la tragedia que emana de los amores imposibles y de aquellos no correspondidos.

El espectáculo de ópera y drama del compositor italiano Ruggero Leoncavallo, traído a Honduras por la Fundación Nacional de Música en alianza con la Asociación Filarmónica Coral de Honduras, hizo su debut en el país en el Teatro Nacional Manuel Bonilla de Tegucigalpa este miércoles 16 de octubre.

Cegado por el enojo y el rechazo, un deformado y malicioso payaso incita al caos.

La función arrancó a las 7:30 PM, cuando el payaso Tonio (Carlos Jimeno, Guatemala), por medio de su imponente barítono, introdujo al público en una atmósfera tan dramática como suspensiva, preparándolo para dar inicio a la trama que durante hora y media sigue a un grupo de actores de comedia itinerante.

La historia, dividida en dos actos, se centra en el doloroso triángulo amoroso entre Canio (Pedro Pablo Solís, Guatemala), el líder del circo; su esposa Nedda (Pamela Morales, Guatemala); y el amante de ella, Silvio (Ángel Rivas, El Salvador), también interpretado por el tenor hondureño José Carlos Aguirre.

La historia de un amor prohibido que desafía las normas sociales conduce a una tragedia.

Lo que parecía ser una escena divertida e inofensiva terminó por convertirse en un aterrador suceso.

Durante la actuación del drama de Arquelín y Colombina, el tenor protagonista descubre la traición de su amada y, en un arranque de celos, desata una tragedia en el escenario que fusiona la ficción y la realidad de forma apasionada y a la vez confusa, mientras los músicos afinan cada vez más su interpretación.

La Orquesta Filarmónica de Honduras ejecutó de manera impecable las piezas musicales que acompañaron a los artistas invitados y anfitriones durante toda la obra, bajo la dirección del maestro Luis Daniel Valeriano, de la Escuela Nacional de Música.

El coro de la Escuela Nacional de Música se unió al elenco principal de la obra. Todos cantaron en italiano.

En su segunda y última función en Honduras este jueves 17 de octubre, los roles protagónicos de I Pagliacci recayeron en el tenor mexicano Carlos Galván (Canio) y la soprano guatemalteca Karin Rademann (Nedda), en un espectáculo de gala que despidió al elenco internacional, y a los músicos y artistas hondureños.

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Teatro Manuel Bonilla