Carmen Boquín: “Lo vi y quedé flechada... Me enamoré enseguida”
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MIAMI, ESTADOS UNIDOS.- Desde 2012 se ha trazado un amplio y exitoso camino en la cadena internacional beIN Sports. Carmen Boquín es testigo de que la vida no se cansa de sorprenderla. Y como si se tratara de un encuentro de fútbol, en algún momento pudo imaginar que con un gol era suficiente para ganar, pero resulta que el segundo fue mejor y el tercero... El tercero le agrega ese toque de emoción al partido más importante de su vida. Así ha ocurrido: cuando Boquín creía que realizar su carrera en el periodismo deportivo en Estados Unidos era una enorme victoria, se casó y eso lo superó, pero cuando se convirtió en madre, se dio cuenta de que su mejor etapa estaba por iniciar.
El 29 de enero de 2020 la vida de la talentosa hondureña cambió; el nacimiento de su hijo Luca fue, quizá, como si la Selección de Honduras alzara la copa del mundo. Recientemente cumplió dos años, y a su corta edad, su vástago le ha enseñado que no hay prisa, que el tiempo llega, que hay que respirar un poco y disfrutar de esos pequeños detalles que la llenan de felicidad.
La niña que no daba besos porque pensaba que se le acabarían, ahora pierde la cuenta de los que le da a una pequeña carita, la de su retoño. Cuando la comunicadora social habla de su bebé y la familia que ha formado con su esposo Vicente Fiumara en Miami, Florida, es imposible no transportarse al año en que su normalidad en Honduras se vio alterada por un viaje que no tendría retorno.
Con su humildad, amabilidad, simpatía, sonrisas, lágrimas y desde la intimidad de su acogedor hogar en Miami, Carmen nos presenta su lado más nostálgico al hablar de su faceta como mamá, relata cómo conoció a su media naranja, confiesa que ha enfrentado momentos de depresiones muy fuertes y revela de dónde obtiene las fuerzas para seguir adelante. Dice que desea escribir un libro, hacer un documental y cubrir un mundial in situ.
¿Cómo estás? ¿Cómo te han tratado los primeros meses de 2022?
Pues bien. Gracias por la invitación, por la oportunidad de tener esta conversación. 2022 me ha sorprendido muchísimo. Los primeros meses han sido interesantes porque ya mi hijo Luca pudo comenzar la escuela así que tengo tiempo para cosas como estas y bueno un poco más de tiempo para realizar otras actividades tanto del trabajo como de la casa. Quienes sean mamás y papás me entenderán. Así que ha arrancado de la mejor manera el 2022.
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¿Cómo fue tu infancia? Contanos un poco de esta etapa de tu vida
Fíjate que creo que mi infancia fue muy normal como la de cualquier niño en Honduras. No es como que recuerdo mucho. Hay muchas cosas que recuerdo, honestamente, porque hay fotografías que te validan de algún momento. Creo que cuando me empiezo a acordar un poquito más, hacía las típicas cosas: andar en bicicleta por la colonia, los patines, los grupos de amistades. Como cualquier niña normal que cocinaba, que jugaba. Tuve una infancia linda, la verdad es que no me puedo quejar.
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¿Cómo era Carmen Boquín de pequeña?
Fíjate que eso es un debate, jajaja... Mi mamá y mi papá cuentan su versión. Ellos siempre dicen que yo fui una niña muy decidida, muy segura de que lo quería, que era muy caprichosa, muy peleona, creo que son cuestiones que todavía mantengo, jajaja. Mi mamá siempre cuenta una anécdota que mi abuelita me dijo: ‘Carmen, dame un beso’ y yo le decía: ‘No, no, no, yo no doy besos porque se me acaban’... A ese nivel. Cuando yo tenía como tres años yo quería escoger la ropa que me iba a poner y a veces salía con círculos, cuadros, rayas, colores que no combinaban. Yo creo que siempre fui una niña muy decidida a hacer las cosas que quería y cómo las quería. Creo que eso es algo que ha persistido hasta ahora.
¿Y ahora?
Jajaja, igualita que esa niña caprichosa que quiere las cosas cómo las quiere. Pero, ¿sabés qué? Siempre he sabido cómo darle vuelta a eso. Yo entiendo que puede sonar como algo negativo, pero cuando sos una persona que está decidida a las cosas que quiere y trabajás para ello, no tiene porque ser algo malo. Trato de ser una persona que intenta conseguir las cosas que quiere, luchar y trabajar mucho para ello, siento que lo he mantenido mucho.
En etapa de colegio y universidad, ¿eras una chica muy pretendida?
Mmm... Bueno, yo creo que sí, porque siempre fui un poquito desarrollada, era como la más altita, ya estaba haciendo anuncios de televisión, me gustaba el modelaje. Sí tenía pretendientes, pero no les paraba bola a todos. Tuve mi noviecito en la escuela, entonces, normal. Tuve la bonita experiencia que yo creo que se puede tener en la escuela.
¿Cómo se autodefine Carmen Boquín?
La Carmen de hoy... Creo que algo que me define mucho es mamá. Eso te cambia la vida. Ojo, no le quiero quitar que la vida no es linda si no tenés hijos y que la vida no va a ser linda si no los tenés. Te das cuenta que es la cosa más hermosa...
Cambiando de tema... ¿Qué tal tu faceta como mamá? ¿Cómo la llevás?
Me distraigo viéndolo... Es que me vuelvo loca, jajaja. Me distrae viéndolo porque... Es que es muy lindo. El ser mamá yo sé que te lo cuentan, que escuchás a la gente y vos decís ‘no es que ya me tocará’, es que no lo podés ni describir, es que es una cosa que te desborda, te sobrepasa. Cuando vos ves a ese pequeño humanito que anda ahí y que tiene cosas tuyas, del padre, de los abuelos y de tus hermanos decís: ‘es mi legado, lo que él haga es lo que yo le estoy dejando al mundo’.
¿Cómo combinás la maternidad con el trabajo?
Yo creo que la clave siempre ha sido priorizar la tranquilidad, no digo que siempre sea fácil, hemos tenido días difíciles como pareja y como todo padre, pero intentamos que al final del día la prioridad sea la felicidad de Luca, que él esté bien.
Es duro, es difícil, porque a veces uno quiere ponerse la máscara de payaso. Imagínate yo en medio de una pandemia con un niño de seis semanas y yo no sabía ni qué hacer. Las primeras idas al hospital, porque teníamos que ir cada mes, era en aquella época en la que no se sabía si era por los ojos, por las manos, por la nariz, era un mundo de incertidumbre por el virus.
¿Ser madre te ha hecho cambiar el orden de prioridades?
Mmm... Yo creo que sí, un poco, porque al final del día yo quiero que él (Luca) esté bien, pero para que él esté bien, nosotros (sus papás) también tenemos que estar bien, entonces, no sé si el orden de las prioridades a cómo evaluar el camino a las prioridades. A no cortar camino, a no querer apresurar la vida.
¿Planes de un hermanito o hermanita para Luca?
Jaja, ese es un tema complicado. No sé, sabés. Yo creo que va a ser lo que Dios quiera, así como Luca llegó, un niño milagro, nunca pensamos en que iba a llegar tan pronto. Diosito lo mandó porque sabía que lo necesitábamos, nos lo regaló y fue lo mejor del mundo.
No te digo que no, pero no sé, si el milagro se da otra vez será bienvenido y sino no tengo apuro. Mi razón más grande para tener otro hijo sería ver a Luca de hermano mayor. Él es bien tierno con los niños. Eso me volvería loca, pero no lo sé, veremos si toca.
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¿Cómo conociste al papá de Luca y cómo te conquistó?
Jajaja, bueno... por amigos en común, ya sabés, la típica. La verdad es que yo no andaba buscando y creo que él tampoco... Y fue un flechazo, amor a primera vista. Yo lo vi y quedé flechada, lo vi y me enamoré, yo me enamoré enseguida.
Yo siempre decía ‘es que es mentira eso del flechazo, el amor a primera vista no es cierto’. Me flechó, me fue enamorando el argentino este y me robó el corazón.
¿Qué es lo que muy pocos saben de Carmen Boquín?
Soy muy llorona, lloro por todo, no hay nada que no me haga llorar. Soy muy chismosa, muy curiosa, pero no en el sentido de chisme de cosas malas, sino como que no tengo filtro. Soy muy preguntona. A veces te metés en caminos que no deberías, pero siento que si hay algo que tiene Carmen y me siento muy orgullosa de ella, es que mucha gente se abre conmigo.
¿En qué momento decidís estudiar Periodismo y orientarte por los deportes?
Creo que eso va en dos etapas. Entré a Unitec estudiando Licenciatura en Comunicación y Publicidad y estando ahí surgió entrar a Televicentro. Yo siempre supe que algún día iba a llegar, lo que no sabía es que iba a pasar tan pronto y que iba a conseguir hacer cosas que me hicieran crecer y que me dieran la posibilidad de seguir haciendo más cosas.
Entonces, empiezo a estudiar Comunicación y Publicidad, pero yo ya estaba segura que yo lo que quería era televisión, yo quería comunicar. En algún momento pensé en noticias, las cosas no se fueron dando, siempre me gustaron los deportes, siempre intenté entrar en deportes. Yo quería bajarle el trabajo a Nasralla, jajajajaja, yo quería estar en deportes.
Luego en 2010, surgió la posibilidad de entrar con Diez en “Con sello femenino” y eso fue para mí una etapa que no olvido nunca. Siento que me terminó de dar ese empujón de decir ‘solo quiero deportes’.
¿Cómo se te presenta la oportunidad de trabajar para la cadena internacional beIN Sports?
Gracias a Diez, jajaja. Diez fichó a Luis Omar Tapia, periodista chileno, y yo lo tenía entrevistar. Lo entrevisté, lo conocí, una divinura de persona. Él me dijo, ‘oye estás trabajando en deportes’ ‘Sí, soy nueva en Diez’... Eventualmente, Luis me escribía y me decía ‘qué pasó aquí’ yo le contaba algo, platicábamos normal, entablamos como una amistad meramente deportiva.
Es que es lo que te digo, la inocencia, cuando las cosas se hacen con inocencia y con corazón de verdad, en teoría las cosas deben de salir un poco bien. Un día, de repente en enero de 2012 me dijo ´oye, y tú no tienes como un demo o algo, un video que mandar, uno nunca sabe...’ Y pues bueno, me puse a hacerlo, dije ‘no tengo nada qué perder’, lo hice y luego conseguí un amigo que en paz descanse, Mauro, que fue parte fundamental de todo, me dijo: ‘mirá, yo te lo grabo, grabamos el demo y lo mandé...’
De repente, estaba en la radio y alguien me llama y me dice: ‘No, que te llamo para el casting de...’ y yo: ‘¿Cómo? Perdóneme...’ Ya te imaginás, yo no entendía nada. Y bueno, se dio la posibilidad, me vine a hacer el casting y a los tantos días salió la posibilidad de venirme para acá.
¿Qué pasó por tu mente en ese momento?
Todo fue súper rápido, la llamada fue el 6 de junio, para el 13 de julio yo ya estaba volando a Miami a hacer el casting, me regresé el 14. Yo decidí mentir, yo no le conté a nadie, tenía una boda en Guatemala, entonces yo le dije a mi mamá que me iba a Guatemala a la boda.
Me monté a un avión sin decirle a mis papás, me fui de Tegucigalpa a Miami, hice el casting. Pedí que me compraran Tegucigalpa-Miami y Miami-Guatemala; y yo llegué a Guatemala el viernes como si nada y según mi mamá yo estaba desde el jueves en Guatemala. Y la niña había ido por una noche a Miami a hacer el casting.
Y no me arrepiento de nada. El 15 de agosto estaba montándome al avión sin ticket de regreso, eso ya pesa un poquito, pero creo que Dios sabe porqué hace las cosas. Al final, como siempre digo, esta oportunidad no solo me dio trabajo, me dio a mi marido y a mi hijo, gané lo más importante que se puede ganar.
¿Cuál ha sido tu mayor reto frente a la TV en EEUU?
Cuando llegás aquí y te das cuenta de los retos, seguís creciendo. Me fui a los 25 años de mi casa sin saber hacer muchas cosas, que uno que vive solo no tenía ni idea. No sabía ni cómo lavar ropa y lo digo con pena, no lo digo orgullosa y no estoy criticando que no me hayan enseñado, simplemente no me interesaba aprender.
Creo que el reto más grande fue personal más allá del profesional, aunque también y evidentemente hay muchos retos profesionales al salir de Honduras y venir acá, pero los retos más grandes fueron los de vida. Aprender a resolver por vos mismo, alquilé un apartamento y me dan las llaves, entro y digo: ‘¡No tengo cama, no compré cama!’ La primera noche tiré toda la ropa y dormí encima de la ropa, hasta el siguiente día fui a comprar cama. Una tontera, pero realmente no lo pensás.
En medio de las dificultades, ¿de dónde saca las fuerzas Carmen Boquín?
No tengo ni idea, jajaja. Quiero creer que de Dios, de mi familia y del hecho de saber que hay que salir adelante. Lo he pasado mal, lo he pasado muy mal, he tenido épocas muy bajas. La muerte de mi abuela, sin poder ir a Honduras, me destrozó.
Ahora, evidentemente sumo a Luca, que es ahora mi nueva fuerza de trabajo o mi marido que siempre está ahí empujándome.
Yo tuve un ataque de ansiedad y yo ni sabía lo que era... Y no lo conté, no se lo conté a mi mamá, se lo conté a un doctor y luego más adelante se lo conté a mi mamá y aprendí que los ataques de ansiedad existen y literal vos sentís que te estás muriendo, y no te vas a morir de un ataque de ansiedad, pero es abrumador y uno tiene que saber hablarlo. En Honduras, lo digo y lo digo con mucha certeza, vemos de mal que una persona busque ayuda... Hay que hacer un trabajo muy fuerte en cuanto a la salud mental, la estamos dejando de lado y eso está haciendo mucho daño, porque la gente dolida, herida y frustrada hace cosas malas en la vida.
¿Qué proyectos tenés para este 2022?
Es un año mundialista, lo cual es un año que ilusiona muchísimo, las posibilidades de poderlo cubrir, quiero hacer proyectos un poco más tirados a Carmen, quiero volver a entrevistar; es algo que estoy cocinando ya ahorita y espero pronto ya salir con ello. Seguir trabajando por esta profesión que tantas oportunidades me ha dado.
¿Alguna vez le fueron infiel a Carmen Boquín?
No, no. Ni yo, ni me fueron.
Si pudieras cambiar algo de tu vida, ¿qué sería?
Yo sé que va a sonar trillado y me vas a decir que es mentira, pero es que es la verdad: nada. Creo que todo lo bueno y lo malo me ha hecho quién yo soy y estoy agradecida.
¿Qué es lo que más te asusta?
Creo que después del covid, nada, porque al final lo más seguro en la vida es la muerte por doloroso que sea. Pero, no sé, quizá levantarme un día y no sentirme feliz, sentir que no ha valido la pena nada. Creo que tal vez eso, no sentirme feliz.
¿Quién te inspira a ser mejor?
Mi bebé.
Dice una de tus publicaciones en Instagram: “Haz tu mejor esfuerzo por ser feliz”, ¿qué te hace feliz a vos?
¡Uff! Fíjate que hoy en día cualquier “tontera” me hace feliz. Al final son esos momentitos pequeñitos... Luca ahorita está con dos años ya hablando un montón, demostrando las emociones, me queda viendo de la nada y me dice: ‘mamá, te amo...’ ¡Me derrito! No quiero más nada en el mundo que él me diga que me ama.
Ir a Disney me vuelve feliz, porque mi hijo ama Disney. Ir al parque y que vaya cantando y diciendo ‘monos’, porque él jura que hay monos en el parque... La felicidad es todo.
He tenido momentos de depresiones fuertes, de dolores que sentís que se te desgarra el alma y que no podés más, pero al final del día, trato de ser feliz y me levanto todas las mañanas diciendo: ‘y hoy cómo voy a ser feliz’ y cuando estoy triste, me agarro del pelo y digo: Va, pa´lante porque sino no te sacás vos solo, nadie te va a venir a ayudar.
¿Qué fue lo más loco que hiciste por amor y cuántas veces te has enamorado?
No muchas. Yo creo que, honestamente, y no lo digo porque estoy casada con él... Cuando conocí a Vicente fue un nivel de amor diferente. Con Vicente soy yo, nunca ocupé una máscara, para bien o para mal.
El matrimonio no es fácil, pero se tiene que trabajar, porque se quiere a la persona y porque decidiste que esa persona es la que va a estar con vos para siempre. Y este es otro tema del que no se habla.
Tampoco estoy diciendo que te quedés casado si ya no hay amor, pero intentalo, si es que la vida no es que todo sea bonito y caminar por las rosas. Si usted está teniendo un problema con su marido, hablelo. Siéntese y dígale: ‘amor cómo arreglamos esto, te amo, coqueteense, tengan citas, vean películas juntos.
¿Cuál ha sido el momento más doloroso que has vivido?
la muerte de mi abuela, estaba aquí en Estados Unidos, estábamos en proceso de renovación de la visa. No pude viajar. Fue horrible. Las muertes a la distancia son dañinas, no se las deseo a nadie, como que no pude tener ese cierre.
Tres cosas que te pueden hacer llorar...
No te digo que me hace llorar todo, jajaja. Soy muy llorona. Lloro porque lo siento, porque soy muy emocional, pero al final no puedo hablar... O lloro o hablo, jajaja.
Pero, ese es otro tema mirá, mucha gente que no llora, porque llorar es “debilidad” “y que los hombres no lloran”. Jamás le voy a decir a mi hijo eso, cuando Luca llora, yo le valido sus emociones, mi marido también lo hace. Enseñándole a Luca, Vicente y yo también hemos ido aprendiendo las emociones. Sí, las conocemos, ¿pero realmente las sentimos?
¿Qué es lo que más valoras de una amistad?
La sinceridad para bien o para mal. Nada de medias tintas. La sinceridad es lo más importante.
Completa la frase: El mundo necesita más...
Felicidad.
Si pudieras ponerle un título a tu vida... ¿Cuál sería?
Sueños.
¿Cuáles son tus sueños por cumplir?
¡Uhhhh! Cuando tenía 20 creía que me quedaba poco tiempo, ahora tengo 35 y siento que soy una niña, siento que soy una bebé, me falta tanto por cumplir y ahora con Luca... Quiero viajar a ciudades con él, quiero que él vea el mundo, que conozca cosas.
Profesionalmente me muero por escribir un libro, quisiera hacer un documental, quiero tener la posibilidad de cubrir un mundial en el lugar, entrevistar a más gente, quiero tener un negocio que vaya hacia a ayudar a gente. Me encanta ayudar, me encanta devolver y es algo que siempre he querido hacer.
¿Cuáles son tus pasiones o hobbies?
Fíjate que no tengo muchos, pero me gustan mucho las manualidades.
El mejor consejo que le podés dar a alguien
No quiero ser redundante, pero es que sé feliz. Hacé lo que te haga feliz, está con gente que te haga feliz, trabajá para ser feliz, todo lo que te lleve a la felicidad que vos te sintás pleno de corazón... Sé feliz, todo lo demás viene por añadidura.
Acabar con el racismo o acabar con el machismo
Con los dos.
Poder volar o poder leer la mente
Volar, vuelo en mis sueños y leer la mente no puedo, jajaja, así que sería leer la mente.
Leer un libro o ver una serie
Ver una serie.
Un pan con frijoles y mantequilla o una baleada con todo
Una baleada con todo, pero es que es difícil...
Un vino o un tequila
Un vino, jajajaja.
Honduras: Mi casa
beIN Sports: Enseñanza
Luca: El amor de mi vida
Juan Orlando Hernández: Un hondureño
Vicente Fiumara: Mi todo
Motagua: ¡Ay, el Ciclón, el amor de mis amores! Jajaja.
Diego Vázquez: ¡Qué grande, aguante la Barbie, vamos, vamos!
Copán Álvarez: Un amigo
Nena: Mi ángel
EL HERALDO: Mi segunda casa en Honduras