El olvido y precariedad es el costo de vivir del reciclaje en el crematorio municipal
Exclusivo para Suscriptores
¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.
SuscríbaseGracias por informarse con
El Heraldo
Alcanzó su límite de artículos
Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.
SuscríbaseGracias por informarse con
El Heraldo
Artículo exclusivo bajo registro
Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.
Iniciar SesiónGracias por informarse con
El Heraldo
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La llegada de los camiones estremece “el patio” y agita el ambiente; la descarga de residuos se convierte en la oportunidad de subsistencia para las 500 personas que a través del reciclaje encontraron una modesta fuente de ingresos dentro de las 69 manzanas de la nueva zona del Botadero Municipal.
Entre las montañas de basura, centenares de aves de rapiña -y el hedor que provocan las 920 toneladas de desechos que a diario llegan al crematorio- sobresalen algunos capitalinos, casi olvidados por el gobierno; familias enteras tienen décadas de reciclar en condiciones infrahumanas.
Jornada
Tímidos ante la presencia de desconocidos, muchos lamentaron el abandono y que carecen de agua, baños públicos, medicamentos y otros derechos que todo obrero debería tener. Hay que destacar que las jornadas pueden durar las 24 horas del día.
Por las noches, pequeñas lámparas guían el camino de los recicladores, pese a ello, personas como Yolanda Brenes se esmeran para recolectar lo que puedan; ella vende lo reciclado para llevar alimento a sus tres hijas.
La capitalina llegó al kilómetro seis, zona donde está el relleno sanitario en la deteriorada carretera hacia Olancho, hace doce años.
Con 35 primaveras, ya pasó el 34 por ciento de su existencia entre el ajetreo de los camiones y tractores ejerciendo labores de reciclaje.
+Bajan solicitudes de permiso de operación en el Distrito Central
“Una libra de cartón la pagan a 20 centavos, el plástico si es blandito o botellas por ejemplo dan uno o dos lempiras por libra”, señaló la dama mientras esquivaba la maquinaria pesada que movía “hacia la banda” la basura ya revisada, que luego es compactada y aterrada. Con lo anterior, se evidencia que para que esta madre pueda comprar un huevo, que cuesta tres lempiras, tiene que recolectar 15 libras de cartón.
Entre los materiales mejor pagados, Brenes señaló el hierro o aluminio, la libra es vendida a cinco lempiras, sin embargo, es el que menos llega, ya que en otros puntos de la capital, donde aún hay contenedores o botaderos clandestinos, otras personas también luchan por sobrevivir.
ES DE INTERÉS: Brigada regresa al país para aliviar corazones de personas sin recursos
Cifras
De acuerdo con los datos de la Alcaldía Municipal, la Medición de Balance de Residuos indica que cada habitante produce por día 711 gramos de basura.
VEA: Pérdidas anuales por fugas de agua llenarían tres veces Los Laureles
Con base en una población de 1,293,611 habitantes, la cantidad diaria es de unas 920 toneladas de residuos. Asimismo en toda la ciudad se producen 64.68 toneladas de material para reciclaje, pero es del Botadero Municipal donde unas 500 personas extraen 5.44 toneladas cada día a granel a través de sacas transportadas por los compradores.