No ignore el autismo, todos formamos parte

Aprender acerca de los trastornos del espectro autista es un compromiso no negociable que merece más difusión

Las intervenciones psicosociales basadas en evidencias pueden mejorar las aptitudes sociales y para la comunicación de las personas con autismo.

Exclusivo para Suscriptores

¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.

Suscríbase

Gracias por informarse con
El Heraldo

Alcanzó su límite de artículos

Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.

Suscríbase

Gracias por informarse con
El Heraldo

Artículo exclusivo bajo registro

Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.

Iniciar Sesión

Gracias por informarse con
El Heraldo

Participación

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Según la psicología del color, el azul suele transmitir seguridad, tranquilidad, protección y confianza; entre muchas otras sensaciones. Pero también cobra protagonismo por abanderar una campaña que precisa de más eco a nivel mundial: el autismo nos compete a todos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) introduce que “los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de afecciones diversas. Aunque algunas personas con autismo pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida”.

Por ende, la responsabilidad de participar y a la vez generar conversaciones respecto al tema no cesa, y tampoco se atribuye únicamente a pacientes, familiares y especialistas. El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se celebra cada 2 de abril, es una oportunidad importante para informarse.

LEA: ¿Cómo gestionar la salud mental en el trabajo?

Las capacidades y las necesidades de los pacientes con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo.

Datos relevantes

Primero hay que saber que los TEA se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación. Otras señales que muestran son patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones.

Los pacientes con autismo presentan a menudo afecciones comórbidas, como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad, y comportamientos problemáticos, como dificultad para dormir y autolesiones. El nivel intelectual varía mucho de un caso a otro, y va desde un deterioro profundo hasta casos con aptitudes cognitivas altas.

Respecto a las causas, “la evidencia científica disponible indica la existencia de múltiples factores, entre ellos los genéticos y ambientales. Los datos epidemiológicos disponibles demuestran de forma concluyente que no hay pruebas de una relación causal entre los TEA y las vacunas infantiles”, como se creyó en un momento, asegura la OMS.

ADEMÁS: Rutinas para cuidar la piel después de la exposicion al sol

Intervención

Desde la primera infancia y durante toda la vida, una amplia gama de intervenciones pueden optimizar el desarrollo, la salud, el bienestar y la calidad de vida de las personas con autismo. El acceso oportuno a consultas psicosociales tempranas es clave para aprender a comunicarse de forma eficaz e interactuar socialmente.

Tampoco hay que obviar que las personas con autismo tienen los mismos problemas de salud que el resto de la población, pero pueden tener además otras necesidades asistenciales especiales relacionadas con el TEA. Suelen ser más vulnerables a padecer enfermedades no transmisibles crónicas debido a factores de riesgo como inactividad física o malas preferencias dietéticas, y corren más riesgo de sufrir violencia, lesiones y abusos.

ES DE INTERÉS: Remedios caseros para curar las ‘postemillas’ o llagas en la boca

Todas las personas, incluidas las que padecen algún TEA, tienen derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.

Tags:
Autismo
Honduras
OMS