Influencers de fitness: ¿Motivación saludable o presión por el cuerpo perfecto?

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El algoritmo actúa como un imán: si se detiene a ver un video de entrenamiento, pronto Instagram —o cualquier otra red— le inundará con contenido similar respaldados por miles de likes y comentarios.

Esto no siempre fue así; en los inicios, el algoritmo no era tan perspicaz y los perfiles dedicados al bienestar no eran tan numerosos. Uno de los disruptivos apalancado por la pandemia, fue el de Rina Betancourt, una caleña afincada en Honduras desde hace poco más de un lustro.

“Mi perfil se centra en promover una vida saludable y sostenible. Mi misión es ayudar a mi comunidad, especialmente a los hogares hondureños, a adoptar hábitos más saludables”, comenta Betancourt, de 38 años.

Según ella, se trata de sostener una plataforma dirigida especialmente a mujeres, motivándolas a alcanzar determinados estándares de salud y belleza.

La pandemia, junto a otras vicisitudes de la vida misma, fue un punto de inflexión para este rol. “El momento decisivo llegó cuando renuncié a mi puesto en el ámbito corporativo para acompañar a mi esposo, quien fue reclutado para liderar un banco en Honduras”, cuenta ahora Betancourt, madre de dos pequeños y autodefinida como una “colombiana-tica con un corazón 100% catracho”.

“Mi familia siempre ha sido mi prioridad, y esa decisión me llevó a replantear mi futuro profesional. En lugar de continuar en el sector corporativo, opté por emprender un proyecto enfocado en la salud, la belleza y el bienestar de la mujer. Quería demostrar que la ‘M’ de mamá no debe apagar la ‘M’ de mujer, y así comenzó mi camino como influencer”, añade.

Betancourt, licenciada en Lengua Castellana, Inglés y Francés por la Universidad de La Salle en Bogotá. También cuenta con una especialización en Administración de Empresas, con énfasis en Recursos Humanos, por la Universidad Latina de Costa Rica, además de una formación técnica en Deporte del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) en Colombia, ha convertido su programa “Reto Venus” en la columna vertebral de su marca.

“Este programa está diseñado para el bienestar integral de sus participantes. Nos enfocamos no solo en el ejercicio, sino también en el crecimiento personal, para ayudar a ser la mejor versión de uno mismo. Tiene una duración de 4 semanas, con 5 rutinas semanales. Combinamos clases de HIIT, adaptables a su nivel, para mejorar su rendimiento cardiovascular, con sesiones de bajo impacto para tonificar y fortalecer. Cada día se trabaja un grupo muscular diferente. También incluimos ejercicios de amor propio para fomentar su bienestar emocional y mental, garantizando un enfoque integral en su transformación. En esencia, se trata de un enfoque integral que busca transformar no solo el cuerpo, sino también la mente y el espíritu”, explica.

“Reto Venus” también es respaldado por Daniela Misas, especialista en salud, nutrición y bienestar holístico, con un grado de Asociado en Nutrición Deportiva y Medicina Funcional.

Según Misas, el programa “brinda a las mujeres la posibilidad de reencontrarse consigo mismas, renovarse y alcanzar su máximo potencial en todos los ámbitos de su vida”.

Para Rina Betancourt, el equilibrio radica en armonizar la estética con la salud: “No se trata de alcanzar la perfección, sino de cuidar tu bienestar.

Al centrarte en tu salud, también mejoras tu apariencia, y es natural querer sentirse bien. Durante la pandemia, aprendí a aceptar mi cuerpo con sus estrías, celulitis y cicatrices. La perfección solo pertenece a Dios; mi objetivo es estar sana y en paz con mi cuerpo y mente”.

Frente a la creencia de que con disciplina se pueden lograr todos los objetivos en fitness, la creadora de contenido es contundente: “Nada es imposible en este mundo, solo la muerte es irreversible. El ser humano puede alcanzar logros increíbles con la determinación adecuada. La salud mental, que es vital, se nutre del ejercicio. Creo firmemente que con disciplina y esfuerzo, cualquier meta en fitness es alcanzable”.

Las influencers de fitness, como Betancourt, desempeñan un rol crucial al equilibrar autenticidad y aspiraciones de perfección. Ella enfatiza la necesidad de cuestionar nuestros referentes sobre salud y ejercicio, y aboga por una educación que promueva la aceptación y el cuidado del cuerpo, sin centrarse únicamente en la apariencia.