Construya, refuerce y priorice sus redes de apoyo emocional

No se trata solo de rodearnos de personas, sino de cultivar relaciones en las que podamos sentirnos seguros; es invertir en la salud mental y el bienestar a largo plazo

Las redes de apoyo brindan asistencia, consejo, y soporte emocional a quienes lo necesitan.

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Salud mental

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El bienestar emocional, como un recurso decisivo para manejar y superar las dificultades del diario vivir, se ampara en la confianza, la empatía y la solidaridad que ofrecen las redes de apoyo.

La capacidad de adaptación y resistencia responde ante la necesidad de solventar crisis personales, cambios significativos y desafíos inesperados, y es entonces cuando contar con una comunidad sólida alrededor puede marcar la diferencia en el proceso a seguir.

Las redes de apoyo emocional están formadas por personas con las que tenemos una conexión significativa; son a quienes podemos recurrir en momentos clave. Suelen incluir familiares, amigos, compañeros de trabajo o incluso grupos de apoyo especializados.

Un elemento que permite distinguirlas es su capacidad para ofrecer un espacio seguro en donde podemos expresar sentimientos y opiniones sin temor a ser juzgados, expuestos o traicionados en un momento futuro.

Claro está, juegan un papel esencial en el cuidado de la salud mental de las personas, sobre todo en aquellas cuya personalidad, experiencias pasadas y circunstancias actuales contribuyen a la percepción de escenarios nocivos.

Asimismo, nos brindan la oportunidad de compartir nuestras preocupaciones, recibir consejo y obtener el consuelo necesario para aliviar el estrés y la ansiedad.

En tiempos de crisis, tener a alguien que escuche y entienda nuestra situación puede ser un gran alivio, ayudándonos a sentirnos menos solos y más capaces de avanzar de pie.

Cada integrante de la red puede ofrecer diferentes tipos de respaldo, desde escuchar sin juzgar hasta proporcionar orientación práctica.

Una red de apoyo sólida es un factor protector contra la depresión y otros trastornos emocionales, ayudándonos a mantener una perspectiva equilibrada y positiva en la vida, además de:

Reducir el estrés. Hablar con alguien en quien confiamos puede disminuir los niveles de estrés y ansiedad, lo que nos permite pensar con mayor claridad.

Aumentar la resiliencia. Contar con apoyo emocional nos fortalece, haciéndonos más capaces de recuperarnos de las adversidades y de adaptarnos a los cambios.

Fomenta el bienestar. Las interacciones positivas contribuyen a nuestro bienestar general, promoviendo sentimientos de seguridad, pertenencia y autoestima.

Las redes de apoyo suelen ayudar a las personas a sentirse más conectadas y menos solas, ofreciendo un sentido de pertenencia y seguridad.

Apele a la reciprocidad. Es importante fortalecer nuestras redes de manera continua, no solo en momentos de crisis. Esto implica dedicar tiempo a nuestras relaciones, mantener el contacto regular, y ser también una fuente de apoyo.

Defina sus opciones. A veces, en momentos de crisis, es fácil olvidar qué recursos están disponibles. Hacer un inventario mental de las personas y organizaciones en las que podemos confiar nos ayuda a sentirnos más seguros.

Invierta en su futuro. Invertir tiempo, dinero y esfuerzo en nuestras relaciones es, en última instancia, invertir en nuestra propia resiliencia y felicidad en el largo plazo.

Tags:
Psicología
salud mental
bienestar emocional