Tamales hondureños, símbolo de cultura, tradición y sabor

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La fiestas de fin de año han llegado y el ambiente se llena de ese espíritu de celebración, alegría, melancolía y regalos envueltos en ese clima fresco decembrino... y la atmósfera se carga de música alegre, bailes y de esos deliciosos aromas que nos ofrece nuestra cocina hondureña en compañía de las risas de nuestros familiares y amigos.

Sin objeción alguna, destaca un platillo que, cual rey de la Navidad, no puede faltar en ninguna mesa en estas fiestas: los tamales. ¿De dónde proviene esta tradición y cuál es su repercusión en la cultura catracha? A continuación abrimos tu apetito a tan delicioso platillo.

Los tamales hondureños tienen su origen en las culturas prehispánicas que los elaboraban con maíz y otros ingredientes locales, como frijoles, chile, tomate, etc. El maíz era el alimento sagrado de los pueblos indígenas, y los tamales eran una forma de honrarlo y de aprovecharlo al máximo. Los tamales se consumían en ocasiones especiales, como rituales, ceremonias y fiestas.

Etimológicamente, la palabra tamal viene del náhualt “tamalli”, que significa envuelto. Si a estos se les agrega carne, se llaman nacatamales, náhualt “nacatl”, que significa carne.

Con la llegada de los españoles, los tamales se enriquecieron precisamente con nuevos ingredientes, como carnes, quesos, aceitunas, pasas, etc. Así, los tamales o nacatamales hondureños se convirtieron en una fusión de sabores y culturas que nos marcan indeleblemente.

Generación tras generación, el amor a este exquisito plato se transmite como una constante en nuestra cultura. Su preparación requiere de tiempo, paciencia y amor, pero también de colaboración y convivencia.

En muchos hogares, los tamales hondureños se preparan en grupo, con la participación de todos los miembros de la familia, desde los más pequeños hasta los más grandes.

Cada uno tiene una tarea asignada, como moler el maíz, cocinar la carne, picar los vegetales, envolver los tamales, etc. Así, esta delicia es una forma de fortalecer los lazos familiares y de preservar la identidad hondureña.

- Maíz: Es el ingrediente principal de la masa, preferiblemente maíz blanco y recién molido, para que tenga más sabor y textura.

- Manteca: Es la grasa que se usa para darle consistencia y sabor a la masa. Puede usar manteca de cerdo o de res, según su preferencia.

- Caldo: Es el líquido que se usa para humedecer la masa y darle más sabor. Suele usarse el caldo de la carne para el relleno, o un caldo de pollo o de verduras.

- Carne: Es el ingrediente principal del relleno, que puede ser carne de cerdo, de res, de pollo o una combinación de ellas. Lo importante es que la carne esté bien cocida y desmenuzada.

- Vegetales: Son los ingredientes que complementan el relleno y le dan color y frescura. Los más frecuentes son papa, chícharo, arveja, aceituna, zanahoria, pasas, etc.

- Especias: Son los ingredientes que le dan sabor y aroma al relleno y tradicionalmente son la sal, pimienta, comino, ajo, cebolla, laurel, orégano y culantro / cilantro los más usados.

- Hojas: Se usan para envolver los tamales y darles forma. Según la disponibilidad y la tradición de la región, se usan hojas de plátano o en ocasiones, de maíz.

La masa es un aspecto crucial en la preparación de los tamales, y debe quedar suave, esponjosa y con un sabor agradable. Sigue cuidadosamente las siguientes instrucciones:

- Coloca el maíz molido en un recipiente grande y añade el caldo reservado de la carne, poco a poco, hasta formar una masa homogénea y manejable.

- Agrega la manteca derretida y mezcla bien, hasta que la masa quede lisa y brillante.

- Añade sal y otras especias a tu gusto, como comino y ajo.

- Prueba la masa y ajusta el sabor según tu preferencia, añadiendo más sal, caldo o especias si es necesario.

- Deja que la masa repose unos minutos antes de usarla para envolver los tamales.

La preparación de la carne es muy importante, ya que es el ingrediente que le da más sabor y sustancia al relleno. Toma nota de estos pasos:

- Limpia bien la carne y córtala en trozos medianos.

- Coloca la carne en una olla y cúbrela con agua.

- Añade sal, pimienta, ajo, cebolla, laurel y otras especias a tu gusto.

- Pon la olla a fuego alto y deja que la carne se cocine hasta que esté tierna y se pueda desmenuzar fácilmente con un tenedor.

- Retira la carne de la olla y reserva el caldo para usarlo en la masa.

- Desmenuza la carne con las manos o con un tenedor, quitando los huesos y el exceso de grasa.

- Coloca la carne en un recipiente y mézclala con los vegetales y las especias que hayas elegido para el relleno.

- Lava bien las hojas que usarás y sécalas con un paño limpio.

- Corta las hojas en trozos rectangulares de unos 20 x 30 cm, aproximadamente.

- Coloca una hoja sobre una superficie plana y extiende una capa de masa sobre ella, dejando un borde libre de unos 3 cm alrededor.

- Coloca una porción de relleno sobre la masa, en el centro de la hoja.

- Dobla la hoja por la mitad, cubriendo el relleno con la masa, y presiona los bordes para sellarlos.

- Dobla los extremos de la hoja hacia adentro, formando un paquete rectangular.

- Amarra el paquete con un hilo o una tira de hoja, para que no se abra durante la cocción.

Para cocer los tamales, debe seguir estos pasos:

- Llena una olla grande con agua y ponla a hervir a fuego alto.

- Añade sal y algunas hojas enteras al agua, para darle más sabor a los tamales.

- Coloca los tamales en la olla, uno al lado del otro, sin apretarlos demasiado.

- Cubre la olla con una tapa y baja el fuego a medio.

- Deja que los tamales se cuezan durante unos 45 minutos, o hasta que la masa se desprenda fácilmente de la hoja al abrirlos.

- Retira los tamales de la olla y déjalos reposar unos minutos antes de servirlos.

Cual placer que deleita el paladar de propios y extraños, la masa suave y esponjosa de los tamales, su relleno jugoso y sabroso y su envoltura aromática, hacen de este deleite tradicional una experiencia única e inolvidable.

Los nacatamales se pueden acompañar con diferentes salsas, como salsa de tomate, salsa picante, encurtido, etc. También se pueden servir con tortillas o ensaladas.

Y aunque en cualquier época del año una delicia como esta es bienvenida, es especialmente en la noche del 24 de diciembre, cuando se celebra la Nochebuena o Víspera de Navidad, que la mesa hondureña guarda su tradición con una olla llena de tamales.