Tegucigalpa, Honduras
Apenas suena la ocarina, ellas empiezan a acariciar la redonda y a tan solo unos minutos del arranque del partido una bonita triangulación termina con un remate cruzado que infla las redes y que provoca el grito de uno de los hinchas presentes en El Birichiche: “Son buenas esas chavas, tienen toque”... Y claro que lo tienen.
Pero sus abrazos de gol, sus sonrisas y su evidente talento para apagan por la falta de apoyo en un país en donde algunos siguen pensando que el fútbol es exclusivo de los varones.
“Uno a veces se decepciona. Está bastante abandonado el futbol femenino en Honduras, no hay ningún apoyo y no ponen interés en mejorarlo. Por eso, a la hora de las competencias nos vemos súper inferiores a las demás selecciones de Centroamérica”, dice la seleccionada Sub 20, Lisbeth Murillo. Y la palabra de la defensa central tiene argumentos de sobra.
Así lo denota la estratosférica diferencia entre el respaldo al fútbol de hombres y al de mujeres.
Mientras Fenafuth tuvo que desembolsarle 43 millones de lempiras a Jorge Luis Pinto en el intento fallido de llegar a Rusia, las chicas han debido conformarse con pequeñas cantidades que a veces sobran para ellas.
La última concentración de Selección de Honduras fue en junio de 2017 y la H mayor no existe desde 2014. “Somos de los más atrasados de CA”, dice el DT Miguel Escalante.
Y desde el propio seno de la Federación reconocen que hasta antes del programa Forward (proyecto de FIFA),no existía un presupuesto fijo para el fútbol femenino. De momento, a Honduras le toca ver desde la barrera los torneos femeninos clasificatorias a mundiales.
Apenas suena la ocarina, ellas empiezan a acariciar la redonda y a tan solo unos minutos del arranque del partido una bonita triangulación termina con un remate cruzado que infla las redes y que provoca el grito de uno de los hinchas presentes en El Birichiche: “Son buenas esas chavas, tienen toque”... Y claro que lo tienen.
Pero sus abrazos de gol, sus sonrisas y su evidente talento para apagan por la falta de apoyo en un país en donde algunos siguen pensando que el fútbol es exclusivo de los varones.
“Uno a veces se decepciona. Está bastante abandonado el futbol femenino en Honduras, no hay ningún apoyo y no ponen interés en mejorarlo. Por eso, a la hora de las competencias nos vemos súper inferiores a las demás selecciones de Centroamérica”, dice la seleccionada Sub 20, Lisbeth Murillo. Y la palabra de la defensa central tiene argumentos de sobra.
Así lo denota la estratosférica diferencia entre el respaldo al fútbol de hombres y al de mujeres.
Mientras Fenafuth tuvo que desembolsarle 43 millones de lempiras a Jorge Luis Pinto en el intento fallido de llegar a Rusia, las chicas han debido conformarse con pequeñas cantidades que a veces sobran para ellas.
La última concentración de Selección de Honduras fue en junio de 2017 y la H mayor no existe desde 2014. “Somos de los más atrasados de CA”, dice el DT Miguel Escalante.
Y desde el propio seno de la Federación reconocen que hasta antes del programa Forward (proyecto de FIFA),no existía un presupuesto fijo para el fútbol femenino. De momento, a Honduras le toca ver desde la barrera los torneos femeninos clasificatorias a mundiales.