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José Alejandro Reyes, centrocampista de Olimpia: 'Quiero sentir lo que es ser campeón”

Tiene un pasado corto motagüense. Le gusta el baloncesto y estudia Derecho. Sueña con salir al extranjero y levantar la copa 31 con el León de sus amores

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29.03.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Su corazón está arraigado al sentimiento olimpista, pero su primo Emilio Izaguirre lo llevó de pequeño a Motagua para iniciar su carrera deportiva.

Sin embargo, la baja estatura en ese momento le impidió a Alejandro Reyes quedarse en el conjunto azul, por lo que decidió emigrar.

“Llegué a la categoría de Mosco, pero era demasiado chaparro. Me metían a jugar de vez en cuando, eso me frustró y tomé la decisión de irme porque no me gustaba”, recordó.

Su papá le consiguió llegar a las inferiores de Olimpia a través de Raúl Cáceres (hoy técnico de Real de Minas) y fue así que desde los 12 años de edad ha logrado escalar en el Viejo León. “El profesor le dijo a mi viejo que me llevara para que me probaran y ahí sí me metieron a jugar y gracias a Dios me logré quedar”, expresó.

Hoy, con 21 años, el centrocampista José Alejandro Reyes se ha convertido en uno de los elementos claves en el esquema del estratega uruguayo Manuel Keosseián.

Para llegar donde está no ha sido fácil. Son varios los técnicos que han pasado por la jefatura blanca desde que integraba la manada y son muchos los futbolistas que salieron de la institución, no obstante, él nunca ha salido del equipo.

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Con Héctor Vargas debutó en Primera División en 2015, con Carlos Retrepo ganó la Liga Concacaf en 2017, con Nahúm Espinoza sumó minutos importantes y ahora con Keosseián ha ganado experiencia que lo posicionan como un referente en el centro de la cancha.

Alejandro ha venido de menos a más, su fútbol ha sido de evolución. Bajó el mando de Vargas entrenaba con el primer equipo, pero lo mandaba a jugar con las reservas.

“Mi papá ha sido deportista toda su vida, él sabe que esto es complicado y siempre me decía que no me cayera. Emilio me recomendaba que orara en todo tiempo; esas son cosas que te ayudan a ser perseverante”, explicó. Hoy por hoy ha demostrado calidad en la conducción del balón, por lo que muchos lo consideran como el gran sustituto de Alexander López.

Pero últimamente su participación ha sido regular, en la mayoría de partidos ha entrado al rectángulo de juego desde el banquillo. “El profesor Keosseián me dice que yo debo de saber qué voy a hacer antes de que me llegue el balón, pero yo considero que sí lo sé. Me dice también que debo de marcar más”, argumentó por su suplencia en los últimos duelos.

Pero su gran apuesta es convertirse en titular indiscutible en el equipo con más títulos en Honduras. “Yo entreno para eso, entreno fuerte y mi meta es ser titular del equipo”, puntualizó.

Cumplir ese objetivo no lo es todo, para Alejandro Reyes su anhelo va más allá: levantar la copa, la 31, la que se ha negado a los Merengues por más de dos años.

“Es que es algo personal que yo tengo que lograr, quiero sentir lo que es ser campeón; quiero que mi nombre quede grabado en la historia del equipo, quiero tener la satisfacción de campeón”, detalló.

Y en diciembre del año pasado estuvo cerca de lograrlo al disputar la final con las Águilas. En el primer juego cayeron 2-0, pero en el segundo lo ganaron 1-0. A pesar de que jugó el encuentro de ida con un buen nivel, en el de vuelta ni siquiera estuvo en la banca.

“Cuando llegué al camerino a ver mi uniforme no estaba. Sentí como que me estaba muriendo, el profesor no me convocó. Con el gorro de mi chumpa me tapé la cara porque se me salieron las lágrimas y no quería que me vieran llorar”, trajo a memoria el episodio del 16 de diciembre del 2018.

“Cuando el árbitro pitó el final del partido me sentí impotente. Sabía que yo podía hacer algo por el equipo, pero yo estaba fuera de la cancha”, agregó.

Con la H en el corazón
Reyes vistió la camisa de la Bicolor nacional en el Mundial Sub 20 que se efectuó en Nueva Zelanda en 2017 y ahora su objetivo a la vista son los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, del siguiente año.

“En junio tengo entendido que habrá un partido amistoso con la 23 y me encantaría estar ahí”, comentó.

La llegada de Fabián Coito a la mayor representa una cosa para el jugador: la oportunidad de figurar en el proceso rumbo a Qatar 2022. “Si hay alguna forma de llegar de un solo, quiero hacerlo”.

El volante es un apasionado por el fútbol, pero su principal pasatiempo es el baloncesto. “Casi siempre juego con mi viejo en mis tiempo libres, a mí me gusta mucho; digamos que es mi pasatiempo preferido”, reveló. Estudiaba Periodismo, pero determinó cambiarse a Derecho porque le atraía más.

“No sé, al final me decidí porque me gustaba más Derecho porque pienso trabajar de eso en futuro”, reveló. Por otra parte, señaló que en unos cinco años espera casarse para poder tener tres hijos. “Ahorita no quiero tener hijos, mi novia tampoco. Conozco personas que dicen que no pudieron lograr muchas cosas porque empezaron a tener hijos”.