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Cuatro técnicos y más de tres años ocupó Olimpia para ser campeón

Los Leones vencieron 4-0 a Marathón en el último partido de la pentagonal para poder levantar la corona nacional

08.12.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un total de cuatro técnicos más tres años, seis meses y 16 días, tuvo que esperar Olimpia para poder tomar una vez más el cetro de la Liga Nacional de Honduras desde la última vez que fue el domingo 22 de mayo de 2016.

Desde que Héctor Vargas fue campeón con Olimpia, han pasado cuatro estrategas, entre hondureños y extranjeros, en busca del objetivo que estuvo esquivo por muchos meses y que representó la tercera peor sequía en la historia melenuda.

El primer hombre que intentó ganar un título después de Vargas en 2016 fue el colombiano Carlos Restrepo en 2017, pero falló. No obstante, ese mismo año conquistó la Liga Concacaf en su primera edición.

Luego de Restrepo llegó alguien de la casa: Nahúm Espinoza (2018), pero tampoco tuvo suerte. Fue así como el uruguayo Manuel Keosseián tomo el mando de Olimpia.

Keosseián estuvo dos temporadas con los Albos y en ese lapso llegó a la final consecutivamente, pero no pudo romper el maleficio ante su acérrimo rival Motagua. Dos intentos, dos fallas...

Pero en la oscuridad, en la noche de Olimpia apareció la luz, la salvación. Se trató de la noticia soprendente de que Pedro Troglio, el subcampeón del mundo con Argentina en 1990, el compañero y amigo de Diego Maradona dirigiría a Olimpia.

No fue mucho, todo encajó bien para que Troglio comenzara la revolución blanca. En un inicio costó, pero a medida que pasaban partidos y transcurría el tiempo el sueño se afianzaba.

Vea: Blanca Navidad: Olimpia conquista su copa 31 de la Liga Nacional

La primera gran prueba de fuego fue la Liga Concacaf 2019 ante el histórico rival Saprissa de Costa Rica. Olimpia quedó eliminado en semifinales y eso significó un golpe profundo que opacó el sueño de 31.

Comenzó la pentagonal y Olimpia perdió su primer partido ante Vida. Todo parecía que se definiría en una final. Pero el Rey de Copas se recompuso y mostró el colmillo para tomar de una vez por todas esa anhelada copa 31, esa estrella que fue esquiva con los Albos.