El pasado viernes la NFL anunció que en 2015 s e han registrado más conmociones cerebrales (271) que ningún año desde que se lleva contabilidad del tema. El dato es preocupante porque la NFL estaba sacando pecho por la disminución progresiva (261 en 2012, 229 en 2013 y 206 en 2014) para argumentar que su política de prevención y vigilancia estaba teniendo buenos resultados.
En la NFL actual, cuando hay sospechas de que un jugador ha sufrido una conmoción después de un golpe, es diagnosticado inmediatamente por un médico de la liga, pero ajeno al club, que dictamina si está capacitado para regresar al partido, impidiéndolo en caso de que haya la más minima sospecha de que haya podido sufrir una conmoción. Además, una vez diagnosticado, el jugador entra en un protocolo que le mantiene inactivo hasta que los médicos consideran que está completamente recuperado, para evitar que la lesión se reproduzca con otro golpe inmediato.
Además, la NFL está promocionando las investigaciones de nuevas tecnologías para protecciones y cascos que reduzcan el impacto de los golpes en el cerebro y cualquier lesión, y está poniendo un especial énfasis reglamentario en la prohibición de golpes violentos innecesarios. Incluso los famosos y celebradísimos resúmenes con las mejores jugadas defensivas de cada jornada han mutado de una sucesión de golpes terribles a acciones más habilidosas.
De hecho, un golpe violento casi siempre suele tener repercusión en el bolsillo del infractor.
Sin embargo, parece que todo ese trabajo no está teniendo los frutos anunciados después de leer las últimas cifras, aunque como explica FrontLine, la productora más implicada con el tema desde que produjo el magnífico documental League of Denial, es posible que los datos de los años anteriores no fueran todo lo correctos posibles, ya que según ellos la contabilidad de la NFL dejó fuera algunos casos documentados.
La preocupación de FrontLine por el tema llega hasta el punto de que cada mes publica un artículo con el acumulado de conmociones de la temporada, por posiciones, equipos y jugadores. En el siguiente enlace se puede ver cuales eran las cifras a mediados de diciembre.
Independientemente de las cifras, las conmociones cerebrales son uno de los grandes problemas de la NFL en la actualidad, y en la liga hay una gran preocupación por que la percepción social del deporte como peligroso pueda afectar a su popularidad a largo plazo.