TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Durante el año que estuvo el argentino Diego Martín Vázquez dirigiendo a la Selección de Honduras se sufrieron unas cuantas adversidades con las que el nuevo entrenador tendrá que lidiar para encaminarse al éxito en nuestro fútbol.
Si bien este timonel puede ser Juan Carlos Osorio, otros nombres podrían aparecer en dado caso que las negociaciones con el colombiano no funcionen, pues a la Fenafuth han llegado muchos currículums, algunos más sorprendentes que otros.
Lo cierto es que para lavar la cara del fútbol hondureño, se deben acatar algunas situaciones e imponer nuevas situaciones que le den frescura al ambiente tan apretado que se vive en el balompié nacional.
Algunos de los puntos claves con los que debe tratar el nuevo seleccionador de Honduras pueden ser básicos al ojo del espectador, pero son claves dentro de un camerino que busca una clasificación mundialista.
1-. La Bicolor está dividida: hay que unir el grupo
No hace falta mencionar nombres para recordar cómo quedaron evidenciados algunos futbolistas del combinado nacional a merced de sus mismos compañeros, quienes buscando el bien para su selección, se han visto obligados a exponerles temas complicados.
Para empezar, la H ni siquiera tiene un capitán. Antes, se sabían quienes eran los capitanes desde antes que hicieran una convocatoria. Ahora, hay que estarlos buscando ya que no hay líderes que levantan la mano para tomar el gafete. Con Diego Vázquez hubieron hasta cuatro capitanes diferentes.
Claro ha quedado que no existe una armonía en el grupo de la Bicolor. Tampoco relaciones estrechas. Todo se verá cuando inicie el nuevo proceso porque será donde todos se reunirán, si bien puedan llevarse bien o no.
2. Políticas de disciplina
Pocas veces ha quedado evidenciado en la selección hondureña actos de indisciplina severos por parte de sus futbolistas. Emilio Izaguirre explica estas irreverencias como falta de compromiso y amor a la camiseta nacional, algo que él tenía en abundancia ya que “así lo criaron y formaron”.
Si bien la actualidad es diferente, pues hay más distracciones como las redes sociales, aún así se han roto códigos dentro del vestuario, y hay futbolistas que no se llevan bien con los entrenadores. También suelen envolverse en escándalos apartados al fútbol.
Muchos acordarán que al futbolista hondureño le falta indisciplina, así como sabrán lo que suele suceder con el técnico que utiliza estas normas. El último que lo hizo nos dejó al borde de un mundial, pero con un plantel cortado a la mitad. Sin duda es un tema grave, ya que los federativos tampoco imponen autoridad, pues ellos mismos han perdido este poder.
3. El compromiso de los legionarios
Prescindir de los mejores recursos en el exterior no es de sabios su tu materia prima no es la mejor. Los egos impidieron que Honduras contara con sus mejores futbolistas en la etapa posterior a las eliminatorias donde los legionarios empezaron a ausentarse.
Ya sea por aparentes lesiones, o por decisión propia, los legionarios han dejado de venir a la Selección de Honduras exponiendo diferentes situaciones que pueden tornarse dudas. El problema quedó expuesto luego el once titular en la Copa Oro sólo contara con dos jugadores que militan en el extranjero. Los mejores no están yendo a la H.
4. No tendrá tiempo para prepararse
Será clave cómo el nuevo entrenador se las arregle para que en menos de siete semanas logre hacer una selección capaz de realizar un buen papel en el inicio de la Liga de Naciones de Concacaf en septiembre.
El itinerario de los equipos de la Liga Nacional estará saturado ya que de por sí el calendario del Apertura 2023 ha sido apretado por las diferentes actividades internacionales en este cierre de año, empezando por la Copa Centroamericana donde a finales de julio los equipos Olimpia, Motagua, Real España y Olancho FC verán acción.
Esto significa que el técnico que venga no podría contar con sus selecciones antes de tiempo, al menos, no el tiempo óptimo para encarar un complicado camino hacia la Copa América del 2024, todo dependerá de cómo pueda llevarse con la Liga Nacional, una relación que debe ir bajo la misma sintonía.
5. ¿Cuál será la sede de la Selección?
Desde su inauguración coincidente con las eliminatorias rumbo al Mundial del 2002, el Estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula ha sido el lugar donde el combinado nacional disputa sus partidos como local, una situación que podría cambiar y con justa razón.
Sin embargo, tras la implementación del césped híbrido a su estadio el Nacional Chelato Uclés ha postulado a Tegucigalpa para ser la nueva casa de la H, pues se trata del inmueble que reune las mejores condiciones del terreno de juego dentro del país.
En el Olímpico, de momento, no tienen pensado cambiar su césped bérmuda que tan mal nos dejó en el partido que ganamos a Canadá en Nations League, un lodazal que dio pena internacionalmente, pero que tampoco es maravilla cuando está en sus mejores condiciones.
Por su parte el Estadio Morazán se encuentra trabajando para portar también un césped híbrido, pues son las condiciones bajo las que juegan en la élite mundial. El inmueble sampedrano también sería una buena opción para que la Selección juegue a partir del próximo año.
6. El manejo con los medios de comunicación
Lamentablemente la última imagen que dejó Diego Vázquez como seleccionador de Honduras fue que no tenía una buena relación con la prensa local que tuvo que lidiar con una personalidad agobiante, algo que al final le pudo haber sido contraproducente.
Como en cualquier parte del mundo, llevarse bien con la prensa es clave, y quien utiliza este método a su favor puede encaminarse a un camino positivo. Los últimos tres entrenadores que tuvo Honduras carecieron de autocrítica, saliendo posteriormente bajo presión mediática.
El medio hondureño suele ser muy bravo, así lo han mencionado los propios entrenadores y futbolistas, tratándose de una de las prensas más punzantes del fútbol de Concacaf.