SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- El desastre administrativo de la Fenafuth continúa pasando factura en la Selección de Honduras, que cayó el lunes ante Curazao (1-2) y dejó en vilo su boleto a la Copa Oro del 2023.
La Bicolor quedó varada en el país caribeño el fin de semana cuando intentó salir hacia Miami, Estados Unidos, por problemas mecánicos del avión en el que la delegación se iba trasladar.
Esto hizo que el conjunto hondureño tuviera que esperar alrededor de 20 horas, entre sábado y domingo, para poder abordar al transporte aéreo, trastocando los planes deportivos del cuerpo técnico y afectando la sanidad de los futbolistas.
Honduras arribó a San Pedro Sula hasta el lunes a la 1 de la tarde, siete horas antes del cotejo ante Curazao por la Liga de Naciones.
En este juego, la H se vio bastante afectada en el tema físico, tanto así que tuvo como baja a su portero titular Luis Aurelio López.
“Buba” fue reemplazado por un Harold Fonseca de buena presentación. La razón es porque el arquero sufría de problemas sanitarios, algo que no se explicó claramente el día del partido.
Se conoció de parte del entrenador de la Selección, Diego Vázquez, que el guardameta López recayó de su vieja lesión en la muñeca derecha, de la cual reciente desde inicios del 2021.
El futbolista sufre de un dolor interno en su brazo, sin embargo, cuando le han hecho exámenes clínicos los resultados no detallan los síntomas que el portero presenta.
La razón por la que Buba recayó de su problema físico fue por el “estrés” de estar esperando en el aeropuerto, parado y sin comer en el horario indicado, así como no haber entrenado y ser privado de las horas de sueño indicadas para descansar, según explicó el DT de la Bicolor.
Honduras regresa a los entrenamientos el miércoles pensando en su último juego oficial del año ante Canadá el próximo lunes.
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