SANTIAGO, CHILE.- La ministra de Deportes de Chile, Cecilia Pérez, ratificó este miércoles que
la final de la Copa Libertadores entre el argentino
River Plate y el brasileño Flamengo se jugará en
Santiago el 23 de noviembre, pese a la crisis social que afecta al país.
'Recibí el llamado del presidente de la Conmebol (Alejandro Domínguez) y le he ratificado a nombre del presidente Sebastián Piñera nuestra firme voluntad y compromiso de realizar la final de la Copa Libertadores en nuestro país', dijo Pérez a la prensa, en medio de una grave convulsión social en Chile, que ha dejado 20 muertos y más de mil heridos.
El Estadio Nacional de Santiago -con capacidad para 49,000 espectadores- recibirá la primera final de Copa Libertadores que se define en un partido único, desde su creación en 1960.
La confirmación se produce pese al estallido social que desde hace casi dos semanas afecta a Chile, que ha dejado 20 muertos y llevó al gobierno del presidente Piñera a suspender el Foro de Cooperación del Asia Pacífico (APEC) y la del clima COP-25, dos eventos internacionales que estaban previstos a realizarse entre noviembre y diciembre.
'Creo que van a estar todas las voluntades, no solamente la de nuestro gobierno, sino aquellas personas que legítimamente se han querido manifestar en forma pacífica para poder acoger un evento internacional tan importante', sostuvo la ministra Pérez.
El Ministerio del Interior realiza las coordinaciones para garantizar la seguridad del evento, comentó la ministra de Deportes.
River Plate defenderá el título continental ante Flamengo, un año después de haberlo ganado ante su archirrival Boca Juniors en Madrid, en una inédita final que se disputó por primera vez fuera del continente americano.
Los 'millonarios' de Argentina van por su quinto título de Libertadores, que sería el tercero bajo la conducción del exitoso entrenador Marcelo Gallardo.
De su lado, Flamengo, el club más popular de Brasil, pretende terminar con una racha negativa de 38 años sin coronarse en el certamen continental, tras conseguir en 1981 su único título en la Libertadores.
'Recibí el llamado del presidente de la Conmebol (Alejandro Domínguez) y le he ratificado a nombre del presidente Sebastián Piñera nuestra firme voluntad y compromiso de realizar la final de la Copa Libertadores en nuestro país', dijo Pérez a la prensa, en medio de una grave convulsión social en Chile, que ha dejado 20 muertos y más de mil heridos.
El Estadio Nacional de Santiago -con capacidad para 49,000 espectadores- recibirá la primera final de Copa Libertadores que se define en un partido único, desde su creación en 1960.
La Conmebol agradece
'Desde CONMEBOL agradecemos el compromiso mostrado por el Gobierno de Chile para garantizar las condiciones de seguridad para la celebración de la Final Única de la CONMEBOL @Libertadores 2019. La final es la celebración del fútbol con y para el pueblo chileno. Seguimos avanzando', indicó por su parte un mensaje del organismo rector del fútbol regional en su cuenta de Twitter.La confirmación se produce pese al estallido social que desde hace casi dos semanas afecta a Chile, que ha dejado 20 muertos y llevó al gobierno del presidente Piñera a suspender el Foro de Cooperación del Asia Pacífico (APEC) y la del clima COP-25, dos eventos internacionales que estaban previstos a realizarse entre noviembre y diciembre.
'Creo que van a estar todas las voluntades, no solamente la de nuestro gobierno, sino aquellas personas que legítimamente se han querido manifestar en forma pacífica para poder acoger un evento internacional tan importante', sostuvo la ministra Pérez.
El Ministerio del Interior realiza las coordinaciones para garantizar la seguridad del evento, comentó la ministra de Deportes.
River Plate defenderá el título continental ante Flamengo, un año después de haberlo ganado ante su archirrival Boca Juniors en Madrid, en una inédita final que se disputó por primera vez fuera del continente americano.
Los 'millonarios' de Argentina van por su quinto título de Libertadores, que sería el tercero bajo la conducción del exitoso entrenador Marcelo Gallardo.
De su lado, Flamengo, el club más popular de Brasil, pretende terminar con una racha negativa de 38 años sin coronarse en el certamen continental, tras conseguir en 1981 su único título en la Libertadores.