HOUSTON, ESTADOS UNIDOS.-Mártir Quintín Martínez viajó por más de nueve horas para reencontrarse con su primo-hermano el “Chelito” Martínez, quien está junto a la delegación hondureña en la Copa Oro 2023, pero no convocado dentro de los 23 oficiales.
El familiar del futbolista del Marathón salió de su casa en Nuevo México a la 1:00 de la madrugada y llegó por la mañana a Houston, todo por verse con Francisco luego de 16 años.
“Somos primos hermanos del Chelito Martínez. Si no me equivoco tengo unos 20 años que no lo veo. Siempre que estábamos en el barrio jugábamos a la pelota y a mi me tocó venirme para este país y él se quedó, pero yo sé de dónde él viene”, fueron sus primeras palabras ante los micrófonos de EL HERALDO.
Para ver nuevamente al Chelito Martínez tuvo que salir de madrugada junto a su familia y manejar por muchas horas, hasta su cometido.
“Del Estado de Nuevo México salí a la 1:00 de la madrugada y llegué a Houston a las 11:00 de la mañana. Imagínese, vengo de manejar nueve horas y le dije a él ‘sabe qué viejón, voy a manejar bastante y no me regalará el boleto, y entonces pues’... y me regaló el boleto a mi y a mi hijo mayor y estaremos apoyando a la ‘H’”, cuenta.
Martir Quintín no escondió su alegría de volver a ver a aquel niño con el que jugaba fútbol en su natal Santa Elena, una comunidad situada en Santa Cruz de Yojoa, Cortés.
“Al verlo en el hotel se siente una emoción indescriptible y agradable porque aparte la historia de él me conmueve a mí porque yo sé de dónde viene y lo que le ha tocado para subir y estar donde está, fue una emoción volverlo a ver después de 20 años”, relata mientras sus ojos se ponen vidriosos.
“Aparte de orgullo es una emoción como familia. Ahorita lo saludé y se me quisieron rodar las lagrimas porque es mi primo-hermano”, añade.
Luego aduce que lo instó a seguir luchando y persiguiendo sus sueños y que no se amilane por no ser parte de los 23 elegidos a la Copa Oro 2023.
“Estuve hablando con él y le dije que ahorita no está convocado, pero es una experiencia única para él porque las oportunidades en la selección no son constantes. Le dije que estuviera tranquilo y que las oportunidades Dios las da y le va a llegar a él y vamos a apoyarlo siempre porque es familia”, confirmó.
Dio mayores detalles de su reencuentro con el futbolista del Marathón y lo que le asustó de él. “Cuando lo miré nos abrazamos fuerte, casi quisimos llorar, pero como somos hombres, pues a veces los hombres lloran, pero hay más que platicar con él que estar ahí llorando. Lo vi muy grande, cuando yo me vine en 2007 él tenía 11 años y ahorita lo miré diferente. Me asustó porque está muy alto y después del partido veré si vengo para hablar porque hay mucho por hablar”.
Si hubiera algún familiar de nosotros aquí y recordar de dónde viene, creo que es por eso que se nos ponen vidriosos los ojos porque tanto él sabe de dónde vengo yo y yo sé de dónde viene él”, seguía diciendo con mucho orgullo por su familiar.
Luego, como muchos hondureños en el gran país norteamericano, asegura que lo que tiene es gracias a Estados Unidos y al arduo trabajo que ha realizado. “A mi me ha tocado remar contra la corriente, ya tengo 15 años aquí en este país y gracias a Dios por eso, lo que tengo no es mucho, pero me ha costado con mi sudor”.
“En Honduras trabajé ajeno, limpiando piña y cortando café. Ganaba muy poco con mi padre, que en paz descanse, y todo eso uno lo recuerda, entonces, el Chelito me conmueve porque él ha sufrido el doble todavía. Todas las oportunidades que le han salido a él son bendiciones de Dios para él”, afirmó.