TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Edwin Solano desembarcó en Olimpia con el membrete de haber sido jugador importante en Marathón, pero en la cueva se la ha pasado entre la banca y los pocos minutos en el campo. ¿A qué se debe?
El jugador albo apeló a la sinceridad al hablar de la razón por la que no juega regularmente en Olimpia. “Quizás no estoy en ese nivel que realmente quiero para aportarle al club, pero esto es con base a trabajo. Todo futbolista quiere jugar los 20 y tantos partidos, pero sé que estoy en un equipo grande, donde hay buenos jugadores. Hay buenos futbolistas que se quedan sin jugar, como Boniek García que es mundialista y quien tiene una gran trayectoria”, dijo el exverdolaga.
Tras dos temporadas en el León, el veloz extremo registra un gol, 15 partidos jugados y solo seis duelos como titular. “Aquí hay futbolistas tremendos. Posición por posición hay dos o tres jugadores de calidad; en otros equipos quizás solo hay uno o uno y medio. Por eso haya que pelearla. Yo estoy consciente que cuando venía al Olimpia aquí venía a pelearla y a comenzar de cero y en esa estoy”, confesó.
Solano arribó a León a mediados del año anterior proveniente del Montruo Verde, en donde se convirtió en pieza referente hasta antes de ser marginado por un problema fuera de lo estrictamente futbolístico. Así lo dejan claro sus números: 147 encuentros, 110 de titular y 27 tantos marcados.
“En el club donde estaba era sumamente diferente porque allá jugaba todos los partidos y uno va tomando ese ritmo de juego y eso te hace estar en una condición. Aquí hay que pelearla. Sigo trabajando para alcanzar mi máximo nivel y aportarle al equipo”, contó.
El volante de 27 años cree que aparte de no estar en su nivel óptimo, el argumento por el que no ha alcanzado la regularidad en el Rey de Copas es por la férrea competencia. “Estoy consciente que cuando llegué a Olimpia venía a competir, eso lo tomo positivo porque eso te hace mejor jugador”, apuntó.
Solano quiere mejorar en todo sentido y por eso esta semana decidió dar un paso a la iglesia. “He aceptado Dios porque siento que sin El en el corazón uno no es nada. Es aceptar que tenemos un ser supremo que le debemos todo y decidí tomar ese paso. Estoy bien y enfocado en lo que quiero. Fue una decisión para mi vida”, se sinceró.
Sobre el partido del domingo en Juticalpa, avisó: “Claro que no es un partido más, es un rival muy bueno y muy duro. Es uno de los rivales que hoy en día está fuerte. Ya no se mira como el Olancho de antes, sino como un equipo grande”.
Edwin adelantó que llegaráan al Juan Ramón Brevé Vargas con la convicción de ganar, pero advirtió que “será un partido sumamente bravo” porque los pamperos “estarán con su gente y su clima”.
