El Comité de Competición (órgano disciplinario de la Federación Española de Fútbol, RFEF) multó con 301 euros al club rojiblanco, en virtud del artículo 110 del código disciplinario de la RFEF.
Este artículo prevé sanciones de hasta 602 euros cuando se califique como leve que en 'un partido se altere el orden, se menoscabe o ponga en peligro la integridad física de los árbitros, jugadores, técnicos o personas en general, se causen daños materiales o lesiones, se produzca invasión del terreno de juego, se exhiban símbolos o se profieran cánticos o insultos violentos, racistas, xenófobos o intolerantes', entre otros.
En el acta del encuentro, que acabó 1-0 a favor del Barcelona, el árbitro Antonio Mateu Lahoz reflejó que 'fueron lanzados varios objetos, sin impactar en ningún jugador, destacando un paraguas negro, siendo avisado por megafonía, y consiguiendo el objetivo deseado' de que cesaran esos lanzamientos.
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En cambio, el árbitro no detalló los cánticos contra de algunos aficionados rojiblancos contra Antoine Griezmann, que fueron denunciados el martes por la Liga y la RFEF al Comité de Competición y la Comisión Antiviolencia, órgano dependiente del Consejo Superior de Deportes español.
La Comisión Antiviolencia se suele reunir los jueves y podría eventualmente proponer otro tipo de sanción por los hechos.
En su denuncia, la Liga española señaló que aficionados del Atlético, en distintos momentos del partido, 'entonaron de forma coral y coordinada (...) el cántico 'Griezmann muérete'. Dichos cánticos fueron iniciados todos ellos por el portador de un megáfono sin ser secundados por otros aficionados del estadio'.
Griezmann fichó por el Barcelona en la última ventana de traspasos pagando su cláusula de rescisión de 120 millones de euros al Atlético.
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