BARCELONA, ESPAÑA.- La
Federación Española de Fútbol aplazó el viernes el clásico que Barcelona y Real Madrid debían disputar la próxima semana en Barcelona por razones de seguridad y ambos clubes propusieron un regalo de Navidad para la afición: que el duelo se realice el 18 de diciembre.
La medida responde a que Cataluña vive momentos de gran agitación política y para el 26 de octubre, la fecha prevista, hay convocada una protesta por las penas de prisión decretadas contra nueve líderes separatistas.
Los clubes tenían plazo hasta el lunes para acordar otra fecha y si no llegaban a un acuerdo, la federación decidiría cuándo jugaban. Pero poco después de que la federación aplazase el encuentro, los clubes emitieron comunicados proponiendo al 18 de diciembre.
La Liga quería que se invirtiese el orden y que el primero de los dos encuentros de la temporada 2019-20 entre esos clubes se jugase en el Santiago Bernabéu de Madrid y el segundo en el Camp Nou de Barcelona. Pero la federación dijo que eso violaría las reglas del torneo.
Tras consultas con las autoridades del gobierno central, la federación dijo el jueves que no era seguro jugar el mismo día en el que se realizará la manifestación.
El despliegue de las banderas independentistas catalanas es algo habitual en los partidos en los que el Barcelona ejerce de anfitrión.
Cataluña ha sido escenario de violentas protestas en los últimos días, en que la policía chocó con manifestantes contrarios a un fallo del Tribunal Supremo que decretó penas de prisión para los líderes separatistas. Grupos en favor de la independencia llamaron a sus partidarios a congregarse en Barcelona el sábado 26 de octubre, el mismo día en que debía disputarse el juego.
Más de 200 personas han resultado heridas y casi 100 han sido detenidas luego que manifestantes radicales arrojasen cócteles molotov, ácido y bengalas al enfrentarse con una desbordada fuerza policial.
Se tema que las protestas se salgan de control y compliquen el acceso al Camp Nou o se produzcan disturbios durante el partido.
El ministro interino del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que si el partido se escenificaba el 26 de octubre, existían motivos de seguridad que condicionaban la realización pacífica del mismo.
Grande-Marlaska, sin embargo, añadió que “evidentemente tenemos los medios necesarios y precisos para garantizar la seguridad se celebre cuando se celebre ese partido',
El Barça señaló que hubiera preferido disputar el partido en la fecha original y que “tiene una confianza absoluta en la actitud cívica y pacífica de su masa social, que siempre se expresa en el Camp Nou de manera ejemplar”.
Los 'clásicos' son los partidos más trascendentales del año en España, y uno de los más vistos en el mundo.
El despliegue de las banderas independentistas catalanas es algo habitual en los partidos en los que el Barcelona ejerce de anfitrión. También los gritos de “independencia” por parte de los separatistas.
Casi la mitad de los 7,5 millones residentes de Cataluña respaldan la secesión con España, según encuestas.
La medida responde a que Cataluña vive momentos de gran agitación política y para el 26 de octubre, la fecha prevista, hay convocada una protesta por las penas de prisión decretadas contra nueve líderes separatistas.
Los clubes tenían plazo hasta el lunes para acordar otra fecha y si no llegaban a un acuerdo, la federación decidiría cuándo jugaban. Pero poco después de que la federación aplazase el encuentro, los clubes emitieron comunicados proponiendo al 18 de diciembre.
La Liga quería que se invirtiese el orden y que el primero de los dos encuentros de la temporada 2019-20 entre esos clubes se jugase en el Santiago Bernabéu de Madrid y el segundo en el Camp Nou de Barcelona. Pero la federación dijo que eso violaría las reglas del torneo.
Tras consultas con las autoridades del gobierno central, la federación dijo el jueves que no era seguro jugar el mismo día en el que se realizará la manifestación.
El despliegue de las banderas independentistas catalanas es algo habitual en los partidos en los que el Barcelona ejerce de anfitrión.
Cataluña ha sido escenario de violentas protestas en los últimos días, en que la policía chocó con manifestantes contrarios a un fallo del Tribunal Supremo que decretó penas de prisión para los líderes separatistas. Grupos en favor de la independencia llamaron a sus partidarios a congregarse en Barcelona el sábado 26 de octubre, el mismo día en que debía disputarse el juego.
Más de 200 personas han resultado heridas y casi 100 han sido detenidas luego que manifestantes radicales arrojasen cócteles molotov, ácido y bengalas al enfrentarse con una desbordada fuerza policial.
Se tema que las protestas se salgan de control y compliquen el acceso al Camp Nou o se produzcan disturbios durante el partido.
El ministro interino del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo que si el partido se escenificaba el 26 de octubre, existían motivos de seguridad que condicionaban la realización pacífica del mismo.
Grande-Marlaska, sin embargo, añadió que “evidentemente tenemos los medios necesarios y precisos para garantizar la seguridad se celebre cuando se celebre ese partido',
El Barça señaló que hubiera preferido disputar el partido en la fecha original y que “tiene una confianza absoluta en la actitud cívica y pacífica de su masa social, que siempre se expresa en el Camp Nou de manera ejemplar”.
Los 'clásicos' son los partidos más trascendentales del año en España, y uno de los más vistos en el mundo.
El despliegue de las banderas independentistas catalanas es algo habitual en los partidos en los que el Barcelona ejerce de anfitrión. También los gritos de “independencia” por parte de los separatistas.
Casi la mitad de los 7,5 millones residentes de Cataluña respaldan la secesión con España, según encuestas.