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Estadio del club de Rivaldo suspendido por racismo

La suspensión del estadio se mantendrá hasta la resolución definitiva del proceso disciplinario iniciado para verificar los actos.

08.03.2014

El estadio del club brasileño Mogi Mirim, presidido por el Balón de Oro 1999 Rivaldo, fue suspendido preventivamente este viernes por 'actos de racismo' tras un partido el miércoles, anunció la Federación paulista de fútbol (FPF).

El volante negro Arouca fue tratado de 'mono', según el propio jugador y la prensa brasileña, después que su equipo, el Santos, se impuso 5-2 sobre Mogi Mirim en el campeonato del estado de Sao Paulo.

El jugador fue víctima 'de actos de racismo', denunció el Tribunal de Justicia Deportiva de Sao Paulo, el órgano judicial del fútbol paulista.

'Esta decisión (de suspensión) es necesaria sabiendo que los actos de los hinchas de Mogi Mirim mancillan de forma indeleble la disciplina deportiva, así como también los principios básicos de cortesía y humanismo', escribió la FPF en su sitio web.

'La suspensión del estadio se mantendrá hasta la resolución definitiva del proceso disciplinario iniciado para verificar los actos', señaló el Tribunal.

'Como presidente de Mogi Mirim lamento si hubo un acto de racismo contra el jugador Arouca, del Santos. Estoy en contra de esa actitud de personas que no respetan al prójimo. Somos todos iguales', escribió Rivaldo en el sitio de su club, añadiendo que buscarán en los registros de imágenes del estadio 'para ver si hubo (racismo) y en ese caso castigar'.

'Pero no estoy de acuerdo con el castigo para el club, no podemos controlar la boca de los hinchas', añadió el campeón del mundo 2002.

'El club es responsable en caso de peleas, invasión del campo de juego o de objetos lanzados a la cancha', añadió.

Otro acto de racismo se produjo esta semana. En el juego entre Esportivo y Veranopolis por el torneo del estado de Rio Grande do Sul fue el árbitro quien recibió insultos por el color de su piel, también negra.

'Mono, vuelve a la selva, vuelve al circo', le gritaron desde las gradas a Marcio Chagas da Silva, quien tras el partido vio cómo su automóvil había sido ensuciado con bananas.

'Pueden discutir mi trabajo, encontrarme malo, feo, todo lo que quieran, pero utilizar el color de la piel para denigrar a una persona es una bajeza lamentable', declaró, llorando, a la televisión RBS TV.

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