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Falero... el incansable de la H

Durante los entrenamientos de la Selección nunca se para. Parece no cansarse. Está en constante movimiento y con 56 años se le ha visto hacer piques casi de 70 metros sin problema alguno.

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29.05.2013

Comenzó con la cortesía salida del alma, la tenía guardada desde el día en que se celebró.

Debo decir que hasta yo lo había olvidado: “Felicitaciones por el Día del Periodista para vos y todos tus colegas”.

Desde allí, Miguel Falero arranca con la sencillez que le acompaña. Con la firmeza de los años y con la rapidez que le caracteriza.

Falero, el ayudante de Luis Suárez, ex de la selección uruguaya, de los referentes de Peñarol y de los caudillos de Emelec en Ecuador; ha llegado casi corriendo a Honduras y no piensa parar hasta llegar a Brasil 2014. Aquí la historia, con Falero el incansable.
De jugador

Aunque no quiso darse el crédito que merece tras una larga carrera como jugador en Sudamérica y Grecia, Falero cuenta cómo era en la cancha.

“Cuándo era joven y jugaba de volante era uno de los que más corría, en la posición de volante uno desarrolla más la resistencia; eso lleva a que la memoria fisiológica nos tenga en movimiento”, dijo.

Posteriormente, a los que no tuvimos la fortuna de verlo jugar, nos cuenta cómo se mostraba en la cancha: “Era un jugador regular, con buena ubicación, pasaba bien la pelota, y eso me llevó a jugar en varias posiciones. Era un jugador normalito ¡je, je!”.

Sin embargo, al revisar un poco en Internet la historia, nos damos cuenta de que en realidad no fue “normalito”, sino un todo corazón: “Eso me ayudó a que tuviera siempre el puesto en los equipos. Jugué en Peñarol, Defensor, Emelec, Platense en Argentina, Apollon en Grecia, entre algunos; y también en la selección uruguaya del 80 al 84”, dijo.

Falero, justo en el año 80; fue galardonado con el premio Mejor jugador uruguayo y en el 82 fue campeón de la Libertadores de América con Peñarol y posteriormente campeón del mundo en la Copa Intercontinental.

Con una carrera exitosa, termina de hablar de su vida como jugador. “Aveces me equivocaba de señal, a veces jugaba más de siete puntos ¡ja, ja, ja!... tuve la suerte de estar en buenos planteles y buenos compañeros.

El mejor técnico que tuve fue Luis Alberto Ruiz; defendía al jugador, muy exigente y hacía que respetaras el campo. De preparador físico, tuve varios muy buenos y de compañeros como Jorge Paz, Luis Alberto Laza y un gran amigo con Nelson Fontes que trabajó en Olimpia y también el profesor Germando Adinolfi”.
Nunca se detiene

Dice de su propia voz que esa voluntad casi de acero lo mantienen vivo en la H.

Durante los entrenamientos de la Selección nunca se para. Parece no cansarse. Está en constante movimiento y con 56 años se le ha visto hacer piques casi de 70 metros sin problema alguno.

“No paro de correr, por suerte ese mismo entrenamiento me mantiene activo, con ejemplo también se enseña, es lo lindo que tiene el fútbol, me tocó un trabajo que como decimos los jugadores viejos: extendemos más la carrera dentro del terreno. Me gusta estar con los jugadores, trato de estar a la par de ellos, aunque los añitos... pesan, ja, ja, ja”.

Por allí la vida nos ha enseñado que para predicar, además de palabras, hay que ser ejemplo; que hay que ser verbo y no simple sustantivo; el profesor Falero lo comparte: “Exactamente. Uno de los métodos de enseñanza que tenemos los entrenadores es la demostración. El entrenador no solo tiene que explicar, sino también demostrar. Uno no puede pretender tirar un centro y caerse ¡ja, ja, ja! Y también estar relativamente en forma”.

Y este es Miguel Falero, la mano derecha de Luis Suárez en la H, tiene claro el deseo de llegar con todos nosotros al Mundial: “Ojalá que se pueda dar, estamos haciendo todo lo posible, esperando un poquito de suerte en este hexagonal muy parejo. Pienso y creo que vamos a cumplir el anhelo de estar en Brasil 2014”, se cerró y se marchó fugazmente a lo suyo.