Los hombres de Diego Vazquez, que jugarán la segunda final consecutiva en la tercera edición del torneo, buscarán obtener un resultado favorable para poder sellar la llave en la vuelta (26 de noviembre) que les acreditaría el primer título del certamen.
El bicampeón del fútbol hondureño afrontará el compromiso luego de haber caído ante Olimpia el domingo por el clásico reprogramado de la fecha 5 por los incidentes del pasado 17 de agosto que dejaron a cuatro muertos y a más de una decena de lesionados.
Una de las novedades es que los Azules podrán contar con su delantero goleador Roberto Moreira, quien no jugó ante el Alianza salvadoreño en la vuelta de la semifinal por acumulación de amarillas.
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También, el elenco motagüense jugará con su afición en el Estadio Nacional de Tegucigalpa para la vuelta del 26 de noviembre producto de que Concacaf le levantó el castigo que padeció en la mayor parte de la justa de jugar sus partidos de local a puerta cerrada y en el Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula.
Por su parte, Saprissa pisará el césped sintético de su recinto con la idea de volver a doblegar a otro onceno hondureño, así como lo hizo con Olimpia la semana pasada al eliminarlo con un contundente marcador de 4 a 1 después de haber caído 2 a 0 en la ida.
Los Morados biscarán su primer estrella de la Liga Concacaf, con el objetivo de arrebatarle el cetro a su compatriota Herediano, equipo que la ganó en 2019 ante Motagua em el Estadio Nacional.