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Flamengo golea 4-0 a San Lorenzo y asume liderato del 'grupo de la muerte' de Libertadores

Noche mágica en Brasil, el Fla le dio una paliza al cuervo que no soportó el poder carioca

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08.03.2017

Río de Janeiro, Brasil
El Flamengo goleó 4-0 al San Lorenzo el miércoles en un Maracaná recuperado del abandono para su estreno en la Copa Libertadores-2017, donde los cariocas asumen ahora la punta del temido 'grupo de la muerte' tras el empate del martes entre el Paranaense y la Universidad Católica.

Era una noche de muchos estrenos en el templo del fútbol y no hay debuts sin nervios. Volvía el Flamengo a la élite del continente tras dos años de ausencia y con muchas expectativas sobre los hombros.

La de una apasionada afición que el año anterior estuvo soñando con el Brasileirao hasta que al final acabó llevándoselo el Palmeiras, la de un equipo que se sabe fuerte y la de un Maracaná salido de las tinieblas para una noche como las de antes.

Tras el incomprensible embrollo político-judicial que había sumido en el abandono al mítico estadio -apenas meses después de brillar en los Juegos Olímpicos-, el campo volvía a lucir lleno para ver al 'Fla', y los cariocas no huyeron de la responsabilidad.

Maracaná renanció gracias a Flamengo tras el abandono de los JJ OO de 2016.


Salieron tomando la iniciativa del partido ante un San Lorenzo que venía luchando contra la parálisis de dos meses sin jugar debido a la huelga en el fútbol argentino.

Todavía no había competido el 'Ciclón' en 2017, pero la inactividad no pesó mucho al inicio. Bien distribuido en el campo, aguantó los arranques de un Flamengo al que el ímpetu del comienzo casi le vale un gol en el minuto 13 con un remate de Everton que se fue al palo, pero poco más.

Fue la mejor ocasión de los locales en el primer tiempo, y pronto se vería rebatida por una peligrosa jugada a balón parado de los argentinos, que demostraron que aprovecharon bien el parón para practicar las jugadas ensayadas.

Ambos campeones de la Libertadores, grandes del continente, pero aún estirando las piernas para un año que promete ser largo, Flamengo y San Lorenzo establecieron entonces un pacto de no agresión que duró 45 minutos.

- La noche de Diego -
El Fla, sin embargo, había puesto demasiada ilusión en esta noche como para acomodarse a un empate cuando, incluso, había apurado la chequera para reabrir el Maracaná.

Un veterano como Diego lo sabía, y tiró de un talento que muchos pensaron hace una década que marcaría una época -cuando era una promesa del Santos junto a Robinho-, para marcar un gol soberbio, adelantar a su equipo y confirmar que, a los 32 años, y de vuelta de muchas batallas, está viviendo una segunda juventud en Rio.

A los tres minutos de la reanudación, el excentrocampista del Werder Bremen y Atlético de Madrid se plantó con tranquilidad en la entrada del área para lanzar un tiro libre impecable, que se coló por el lado izquierdo del arco de Torrico.

El Maracaná estalló entonces para celebrar el golazo de uno de sus jugadores predilectos, cuyo gran momento ya conquistó a Tite, que le convocó la semana pasada para la próxima doble fecha de eliminatorias.

Miguel Trauco y Paolo Guerrero celebran una anotación del Fla.


Pero para desgracia del San Lorenzo, la gran noche de Diego acababa de comenzar. Fue él quien vio a Miguel Trauco listo, y le envío un pase raso para que el peruano se diera media vuelta y, con un espectacular disparo desde fuera del área, pusiera el segundo al cuarto de hora.

Mucho habían cambiado las tornas para el 'Ciclón', que se concentraba ahora en evitar males mayores, cuando el Maracaná en pleno empujaba para la goleada del 'Fla'. Rómulo, tras un saque de córner de Diego, otra vez, puso el tercero en el 69.

El marcador lo cerraría a tres minutos del final Gabriel, que con otro lindo gol desde la entrada del área hizo olvidar el penal fallado poco antes por Paolo Guerrero, que no tuvo su noche.

En la segunda fecha del Grupo 4, el San Lorenzo recibirá al Paranaense el próximo miércoles en Buenos Aires, mientras que el Flamengo visitará a la Universidad Católica.