TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Germán Mejía iba a ser futbolista de Motagua. El mediocampista de contención había rescindido con el Pérez Zeledón de Costa Rica para regresar nuevamente a Liga Nacional, no obstante ese querer se le esfumó.
Al ‘Patón’ se le vinculó con las águilas del Motagua, pero hubo algunas situaciones que privaron al jugador ser parte de la plantilla del 18 veces campeón de la profesional hondureña.
El acuerdo estaba cerrado, la entidad capitalina había acordado términos de contrato con el mediocampista, que ya tenía en mente qué número de camiseta iba a pedirle a la directiva.
De repente y en un abrir y cerrar de ojos todo cambió. Una parte de la directiva se opuso al fichaje del ‘Patón’ Mejía ya que aducían que era una posición en la que no se necesitaba fichar ya que esa parte del campo estaba sobrepoblado.
Héctor Castellanos, Edwin Maldonado, Juan Delgado, Jonathan Núñez, Denis Meléndez, el jovencito Jordan García y hasta Marcelo Santos pueden ocupar esa posición, razonaron los directivos respecto a la contratación del jugador.
Sin embargo el pedido del técnico Diego Vazquez iba a prevalecer, ya que él era el que había solicitado el fichaje del exjugador del Olimpia, club con el que tuvo un idilio en un pasado y más que todo con la afición merengue.
Justamente ese ex amorío le truncó la posibilidad a Germán Mejía de fichar con Motagua. EL HERALDO conoció que, aparte de ser un fichaje innecesario en el tema de su posición, el detonante de su no fichaje fue un tatuaje que el jugador se hizo unos años atrás.
El jugador progreseño de 29 años de edad se tatuó en uno de sus brazos a un barrista del Olimpia y le puso los colores del club albo, cosa que no agradó a la dirigencia del equipo emplumado, por lo que al final decidieron romper todo lo acordado con el jugador y no firmarlo.