¿Cómo conoció el tenis?
Conocí el tenis en 1978. Yo trabajaba en el mercado, ganándome la vida humildemente. Recuerdo que me habían mandado a recoger, yo trabajaba jalando bultos, como muchos niños en esa época para poder ganar algunos lempiritas y de repente vi una pelota de tenis, me llamó la atención, estaba detrás de un muro, así que yo decidí saltar el muro por pura curiosidad. Ya habiendo cruzado el muro, el profesor que en paz descanse, Foncho, me pidió que se la pasara y allí comenzó mi historia.
¿Cómo fue su niñez?
Dura como muchos. Humildemente me ganaba la vida. Sufrí mucho, me maltrataron, esa era la vida en el mercado, pero, de repente, conocí el tenis y me cambió todo. A temprana edad visualice que algún día seria entrenador de tenis… Lo logré al final, a pesar de las limitaciones.
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¿Por qué su sueño era ser entrenador y no jugador?
Me llamó mucho la atención ver aquel profesor que tenía sus años y que siempre estaba bien vestido, la gente lo admiraba, lo saludaba, entonces me motivó a imitar eso y comenzó mi sueño para poder ser un entrenador.
¿Era un deporte de élite en aquel entonces?
Sí, en aquel tiempo era de élite el tenis. No podíamos ni tocarle la raqueta al socio porque lo castigaban, lo sacaban del club, entonces era así como bien exquisito por decirlo de algún modo.
¿Con quién empezó a practicar?
Lo que miraba yo lo aprendía. Recuerdo que me hice una raqueta de madera y empecé a darle a la pared, en ese entonces seguía con vida Don Mario Rivera López y en el muro de su casa yo le daba con la tabla, y a partir de esa edad entró mi visión a ser lo que hoy soy. Fue un camino muy duro. Saber que en el fútbol a los entrenadores les cuesta no se imagina en el tenis, pero gracias a Dios nunca perdí el norte.
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¿Pudo haber jugado otro deporte?
En el año 86 estuve entrenando con Motagua, con el profesor en paz descanse, Rubén Guifarro. El mejor Motagua que he conocido en toda mi vida, con grandes estrellas en ese equipo. Me llamaron al ejército y mi mamá no permitió que me quedara, ella siempre quiso lo mejor para mí. No me arrepiento de no haber jugado fútbol en primera división porque mi sueño era este.
¿Le costó llegar a entrenar tenis?
Cuando cumplí trece o catorce años en el tenis no me salía nada, no me dejaban jugar en la cancha. Me pase al golf, aprendí a jugar golf, di clases de golf, pero yo siempre quería dar clases de tenis, además que el golf es un deporte en el que no hay futuro.
Mis amigos me decían que yo no podía ser entrenador porque nunca había jugado, esos eran los conceptos que se manejaban en el país, y fue ahí donde me conseguí un número de un libro con el profesor Carlos Rodríguez, que ha sido uno de los mejores entrenadores que conozco y le quité un libro prestado en donde decía que 'para ser un gran entrenador de tenis no se necesita ser un gran jugador' y eso me dio un gran impulso para certificarme como entrenador de tenis por la Federación Hondureña de Tenis, por la ITF y empecé a capacitarme porque entendía que si no me capacitaba no podía ser competitivo en este deporte.
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¿Año en el que comenzó a ejercer como entrenador?Inicié en 1999, ya me había centrado en esto de lleno, y desde ahí he emprendido la carrera con mucho éxito, ya que, dentro de las posibilidades que Dios me ha dado, he trabajado con las personas que hoy en día son la historia del tenis: Kenny Turcios, Alejandro Obando, toda esa generación de jugadores nuevos… Nos sentimos contentos. En mí siempre está que no he alcanzado el éxito y para poder alcanzarlo tengo que seguir trabajando.
¿Considerada que el tenis ha crecido en el país o se ha estancado?
Por tanta situación que sucede en el mundo siempre hay altas y bajas. Nosotros somos un país que todavía no logramos alcanzar el objetivo. Por decir algo, antes del 'Mitch' estábamos regular, recordar que estas instalaciones estaban llenas de damnificados. Se ha perdido el apoyo del gobierno. En algún momento llegamos a trabajar con las escuelas y se dejó de trabajar con las mismas.
¿Por qué se dejó de trabajar con las escuelas?
Yo fui director de Desarrollo de las escuelas para la fomentación del deporte. Visitábamos las escuelas que nos habrían las puertas. Hacíamos clínicas, invitábamos a las escuelas. Tuve una experiencia.
Estuve en una conferencia de deportes y me abordó uno de los directores de educación y me dio cita en una escuela; le di mis servicios sin nada a cambio y de repente nunca llegó, en ese momento una mujer, que era la directora de la escuela, me dijo 'váyase, porque el director de educación física lo tenemos con post grado', lo que significa que hoy en día en las escuelas, a los niños, no se les está inculcando ningún tipo de deporte y ese es uno de los factores por los cuales usted mira muchas cosas en la juventud hoy en día.
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¿El fútbol opaca a los demás deportes?
Yo pienso que sí… No sé si para el presidente o para quien corresponda, el deporte para ellos es el fútbol y nada más. Yo creo que si se hace una encuesta en la juventud, no se juega tanto fútbol. En el fútbol si un niño no tiene cualidades los mismos entrenadores lo marginan, eso provoca que el niño se frustre y sienta que se le acaba la carrera a temprana edad. Es muy importante retomar, no solamente el tenis, sino cualquier deporte. Por ejemplo nunca he visto que un bus del estado se pare en la piscina olímpica con niños de colonias marginales, con todo respeto, que es de donde sale el talento de este país.
¿Con cuánto ayuda el gobierno a los atletas?
Yo hablo por el tenis y hasta donde yo sé no creo que haya un apoyo. Se dice en graficas que hay cierta cantidad, que se reciba o no, no lo sé, pero si soy consciente porque antes uno se daba el lujo de agarrar las cantidades y se podía dar fe que el gobierno sí apoyaba al tenis. No somos un país pobre, somos un país con tanta riqueza que no hemos sabido explotar.
¿Sigue siendo un deporte para ricos?
Absolutamente no. El tenis no es un deporte para ricos como muchos creen. Nosotros somos un ejemplo de ello. Con el apoyo y la fomentación necesaria se puede salir adelante. Muchos técnicos extranjeros hablan bien de las cualidades del hondureño, pero que está mal trabajado, porque no se tiene una base, el niño aprende a jugar cualquier deporte empíricamente. Si el gobierno empieza a apostarle a eso habrá menos gente en los hospitales, menos gente en la cárcel.
¿Cuál es el panorama del tenis en Honduras de cara al futuro?
Somos muchos entrenadores, venimos de muy abajo. Estamos trabajando y siempre queremos dar lo mejor. Hemos empezado con buen pie, hay mucha afluencia de niños jugando y sería mejor si traemos aquel niño de la colonia, de cualquier sector. Estamos trabajando en descentralizar el tenis, llevarlo a todas las regiones. Aprovechando este medio, quisiera decirle a la empresa privada y al gobierno que le apuesten a los deportes, no solamente el tenis, al deporte en general. El deporte es uno de los mejores rubros para evitar la violencia.
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