Cortés, Honduras
Al momento que Platense tomó ventaja en el estadio Excélsior e igualó el marcador global en la final que disputa ante Motagua, la alegría se desbordó.
Al momento que Platense tomó ventaja en el estadio Excélsior e igualó el marcador global en la final que disputa ante Motagua, la alegría se desbordó.
Pedro Hernández se encontraba en la cerca que separa las gradas de la cancha y cuando cayó el gol, su emoción fue tanta que al tirarse uno de dedos quedó atorado y se lo amputó.
Hernández recibió ayuda casi inmediata por miembros de la Cruz Roja Hondureña. Mientras el Excélsior se derrumbaba en loa festejos por el gol selacio.