San Pedro Sula, Honduras.- Este jueves 14 de noviembre inician las emociones de los cuartos de final de la Nations League de Concacaf 2024-2025.
El Honduras vs México es el platillo fuerte de la ronda de los mejores ocho, y seguramente nos regalarán dos partidos memorables, tal como sucedió en la edición del 2023-2024.
La Bicolor Hondureña llega con sangre en el ojo por la polémica clasificación de los aztecas el año pasado. Iván Barton fue el mayor protagonista luego de darle un “ayudín” al equipo que dirigía Jaime Lozano.
Ahora los comandados por Reinaldo Rueda tomaron como búnker el Estadio Francisco Morazán, sede en la que México por primera vez, rumbo al Mundial de Francia 1998.
Los seleccionados quieren recinto a reventar, lo más seguro es que sea así, pero los aficionados hondureños se hacen una pregunta, ¿habrá lluvia el viernes 15 de noviembre, entre 8 a 10 PM?
Los reportes climatológicos indican que existe un 60% de probabilidades de lluvia en las dos horas de desarrollo del cotejo en el Estadio Francisco Morazán de San Pedro Sula. Y la temperatura mínima sería de 24 grados centígrados en la zona norte del país.
ALERTA VERDE EN HONDURAS
En vista de lo anterior, nuestro país está bajo alerta verde en siete de los 18 departamentos, ante las lluvias registradas en algunas zonas del país, según comunicó la Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
Islas de la Bahía, Cortés, Atlántida, Yoro, Colón, Olancho y Gracias a Dios, estarán bajo vigilancia por un período de 72 horas a partir de las 12 del mediodía del miércoles 13 de noviembre
Según el informe del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), la onda tropical que se encuentra a unos 1000 km al este del Cabo de Gracias a Dios tiene altas probabilidades de desarrollo ciclónico en los próximos días.
Las precipitaciones previstas en áreas como Gracias a Dios, Colón, Cortés, norte de Olancho, Yoro, Atlántida e Islas de la Bahía podrían oscilar entre 80 y 100 milímetros diarios, con acumulados máximos de entre 120 y 150 mm, lo que aumenta el riesgo de crecidas en los ríos que desembocan en la costa caribeña.