Brasil y Honduras se juegan hoy miércoles el pase a la final del torneo olímpico de fútbol de Rio-2016. Para Brasil, una cita obligatoria con presión de ganar a cómo dé lugar. Para Honduras, la aventura más grande de su fútbol en la historia hasta ahora.
El combinado catracho, al mando de Jorge Luis Pinto, buscará frustrar el único gran torneo del globo terráqueo que hasta ahora la Verdeamerelha no pudo ganar.
Brasil tiene en sus vitrinas todas las copas mundiales de la FIFA en todas las edades, géneros y modalidades. Pero hasta ahora la medalla de oro se le resiste. Tras cinco intentos directos previos, la gente espera que sea finalmente en el mítico Estadio Maracanã donde el Scracht pueda llegar a la final venciendo a la indomable Honduras y posteriormente colgándose el oro ante Nigeria o Alemania.
Y aunque tanto hondureños como brasileños comparten una pasión única por el fútbol al grado de ser elevado a niveles religiosos por muchos de sus fanáticos, las diferencias económicas, de infraestructura y de otros valores entre ambas escuadras son inmensas. Comenzando por el simple hecho del valor de la plantilla. La sub 23 brasileña es 87 veces más cara que todo el equipo catracho.
Por otra parte, el pase de Neymar, representa el 39 porciento total del equipo local, siendo sin duda alguna el atleta más caro de los Juegos.
Brasil, evidentemente es un gigante del fútbol, los deportes, la infraestructura y la economía, sin embargo y pese a todo, no está nada dicho, y Honduras está para dar sorpresas como ya se las dio en los Panamericanos 95 y la Copa América América 2001. Además seguro no será la última.
