Madrid, España
El fútbol de primer nivel se volvió universal y la pasión se globalizó. Ahora más que nunca, aficionados de todo el mundo van a España a hacer turismo deportivo (otros que residen allá por motivos laborales y migratorios lo aprovechan iigual) y qué mejor oportunidad que en un título del Real Madrid.
El monumento fue vallado y en torno a él se abrió una zona de seguridad, libre de aficionados, para permitir la acción de los equipos de emergencia.
También se ha levantado una estructura para que los jugadores puedan acercarse a la diosa Cibeles, a la que los capitanes del Real Madrid suelen poner una bufanda blanca en estas celebraciones.
Los hinchas, muchos de ellos con bufandas blancas y camisetas del equipo merengue, botaban y mostraban su alegría en medio de la música que ponía un pincha-disco desde un escenario, situado cerca de la fachada del ayuntamiento madrileño.
El fútbol de primer nivel se volvió universal y la pasión se globalizó. Ahora más que nunca, aficionados de todo el mundo van a España a hacer turismo deportivo (otros que residen allá por motivos laborales y migratorios lo aprovechan iigual) y qué mejor oportunidad que en un título del Real Madrid.
Este domingo el equipo Merengue consiguió su liga número 33 al vencer 0-2 al Málaga en la última fecha del campeonato español tras cuatro años de sequía.
Como era de esperarse, los aficionados de Casa Blanca salieron a festejar a las calles de la capital ibérica, descándese en las fotos de la Agencia Francesa (AFP) un hombre muy entusiasmado con la Bandera Nacional de Honduras en las manos.
Antes otros iles de aficionados del Real Madrid este catracho a celebrado a lo grande el triunfo del equipo merengue, al grito de '¡campeones, campeones!' o entonando el 'Cómo no te voy a querer', en la céntrica plaza madrileña con la fuente de la diosa Cibeles en su centro.
El monumento fue vallado y en torno a él se abrió una zona de seguridad, libre de aficionados, para permitir la acción de los equipos de emergencia.
También se ha levantado una estructura para que los jugadores puedan acercarse a la diosa Cibeles, a la que los capitanes del Real Madrid suelen poner una bufanda blanca en estas celebraciones.
Los hinchas, muchos de ellos con bufandas blancas y camisetas del equipo merengue, botaban y mostraban su alegría en medio de la música que ponía un pincha-disco desde un escenario, situado cerca de la fachada del ayuntamiento madrileño.
