Tegucigalpa, Honduras
En los últimos 114 años, el Atlético Tucumán nunca había tenido relevancia fuera de Argentina. Pero la noche del martes 7 de febrero, será un día para no olvidar en este centenario club conocido como 'El Decano'.
Contra todos... sí ¡todos! los pronósticos se clasificó a la fase 3 de la Copa Libertadores de América 2017 tras eliminar en Quito a El Nacional de Ecuador.
Para los hondureños quizá es un club desconocido. Y bueno, quizá para el resto de América también. De hecho, creo que apenas los más 'especializados' o acuciosos tendrán al Decano en el radar al recordar a aquel delantero que vino en 1999 a jugar al Olimpia, Alejandro Kenig.
Sí, ¿lo recordás al Tanque? Pues bueno, Kenig venía de Tucumán. En ese sentido, eso era lo único que nos recordaba a este equipo.
Sin embargo, hace unos meses, octubre para ser exactos, Tucumán peleó el derecho ante Independiente para estar en la actual Copa Libertadores que cambió de formato. Tras un enrededo, la misma Conmebol tuvo en la AFA para darle al Decano su clasificación.
Conmebol dijo que el sexto argentino en la Copa sería el 'quinto puesto de Primera División 2016' y aclaró que se refiería al torneo corto que se jugó entre febrero y mayo de este año. En dicho torneo, Tucumán salió quinto en la tabla general teniendo 30 puntos. Independiente, que fue tercero en el otro grupo, en esa tabla general, terminó sexto, a tres puntos del Decano.
Embarcados
Una vez dentro de la Copa, la Conmebol mandó a Tucumán a la fase 2 para enfrentar a El Nacional de Ecuador. El primer partido se jugó el 31 de enero de 2017 en el Monumental José Fierro y finalizó empatado a dos.
Este fue el primer partido internacional en la historia para un equipo del norte de Argentina.
Sin embargo, dicho marcador parecía ser no suficiente para el Decano, dado que la vuelta se jugaría en Quito el 7 de febrero en el estadio Olímpico Atahualpa, una cancha donde a los clubes argentinos no les va bien. No ganaban. Para muchos, la seria ya estaba sentenciada.
Comienza la odisea
Tucumán salió el 5 de febrero rumbo a Ecuador para afrontar la vuelta. El plan estatégico del equipo dispuso viajar desde Argentina a Guayaquil para evitar efectos de la altura en Quito. La idea era llegar horas antes a la capital ecuatoriana e ingresar directamente al partido.
Pero bueno, uno nunca sabe cuando el destino quiere tomarse las cosas tan literales. Y con Tucumán así lo hizo.
El martes 7, el Decano salió rumbo al aeropuerto y abordó el avión que contrataron para hacer el viaje. Sin embargo, autoridades aeronaúticas de Ecuador, no permitieron el despegue de la nave porque no cumplía con los requisitos establecidos por este país.
Desesperados y a horas del juego en Quito, el presidente del equipo dispusó trasladar al plantel en un vuelo comercial, sin embargo, el avión ya estaba sobrecargado y fue imposible montar la utilería del equipo, incluso los uniformes con los que se debía jugar en Atahualpa.
Por fortuna, el destino también es benigno aunque caprichoso. Alguien dentro del plantel recordó que en Quito se está jugando el Sudamericano sub 20 y entonces llamó para que se le prestara un uniforme. Para capricho, tanto la Selección Argentina como Tucumán juegan de albiceleste.
En tanto el club argentino se trasladaba por Quito, en el Atahualpa El Nacional dijo que solo esperaría 45 minutos de margen de espera en caso de fuerza mayor como lo dicta la ley de la Conmebol. Las gradas del estadio tenían no menos 30 mil personas que querían ver a El Nacional (equipo de la milicia ecuatoriana) vencer al ya agitado y trágico Atlético Tucumán.
Finalmente, el equipo llegó al estadio y se anunció que El Nacional jugaría bajo protesta, porque no esperó 45 minutos sino una hora y accedió a hacerlo por la fuerza de la afición. Programado para las 19.15 horas local (00.15 GMT del miércoles), comenzó a las 20.42 horas.
El partido
David Barbona, se llevó por delante a los jugadores de El Nacional, conectó un centro que fue rechazado por la defensa ecuatoriana, pero en el rebote apareció Zampedri, que metió la pelota con un cabezazo.
'Esto es todo de los jugadores, festejen con los jugadores. La verdad fue descarado lo que nos hicieron, nos pararon un avión en la pista. Dos horas lo pararon. Entramos a la cancha sin hacer calentamiento. Estaban amenazando que llegábamos y no nos dejaban jugar. Ahí tienen, Dios es justo', comentó el técnico del Tucumán, Pablo Lavallén, al pie de campo tras su triunfo.
Pese a los apuros que enfrentó, el 'decano' fue superior en el campo de juego, presionó desde el primer tiempo a su rival y tuvo más llegadas al arco de El Nacional.
A partir del minuto 20, los argentinos tomaron el control del balón y fueron constantes en sus ataques.
Tucumán buscó el gol a partir de tiros de esquina y avances por los costados, pero no fueron precisos en la definición.
La primera llegada importante de Tucumán ocurrió en el minuto 26, cuando Leonel Di Plácido lanzó un centro para Fernando Zampedri, que en lugar de golpear el balón con la cabeza, le dio con el hombro, y el tiro salió desviado por un costado del arco.
Para el minuto 30, El Nacional hacía un juego tibio, sin jugadas de peligro e intentaba robar el balón en la media cancha, que era dominada por los argentinos.
Al regreso de los camerinos, El Nacional trató de recuperarse. En el 53, Jorge Ordóñez envió un centro para Pedro Larrea, pero éste desaprovechó el disparo y mandó el esférico por encima del travesaño.
Presionados por el gol de Tucumán en el minuto 63, los 'puros criollos' trataron de arrastrar el juego hacia la zona rival, pero no pudieron mantener por mucho tiempo el balón.
En el 89, Jonathan Borja, que entró en lugar de Fabert Balda en el 58, avanzó hasta la última línea, generando peligro en el arco defendido por Cristian Lucchetti.
Sin embargo, el defensa Bruno Bianchi lo presionó para enviar un centro que fue fácilmente atajado por el guardameta de Tucumán.
Ya con la sangre curtida y con los huevos en la altura, Tucumán medirá fuerzas con Junior de Colombia, que derrotó 3-0 al venezolano Carabobo, en la siguiente fase del torneo, que se disputará el próximo 16 de febrero.
En los últimos 114 años, el Atlético Tucumán nunca había tenido relevancia fuera de Argentina. Pero la noche del martes 7 de febrero, será un día para no olvidar en este centenario club conocido como 'El Decano'.
Contra todos... sí ¡todos! los pronósticos se clasificó a la fase 3 de la Copa Libertadores de América 2017 tras eliminar en Quito a El Nacional de Ecuador.
Para los hondureños quizá es un club desconocido. Y bueno, quizá para el resto de América también. De hecho, creo que apenas los más 'especializados' o acuciosos tendrán al Decano en el radar al recordar a aquel delantero que vino en 1999 a jugar al Olimpia, Alejandro Kenig.
Sí, ¿lo recordás al Tanque? Pues bueno, Kenig venía de Tucumán. En ese sentido, eso era lo único que nos recordaba a este equipo.
Sin embargo, hace unos meses, octubre para ser exactos, Tucumán peleó el derecho ante Independiente para estar en la actual Copa Libertadores que cambió de formato. Tras un enrededo, la misma Conmebol tuvo en la AFA para darle al Decano su clasificación.
Conmebol dijo que el sexto argentino en la Copa sería el 'quinto puesto de Primera División 2016' y aclaró que se refiería al torneo corto que se jugó entre febrero y mayo de este año. En dicho torneo, Tucumán salió quinto en la tabla general teniendo 30 puntos. Independiente, que fue tercero en el otro grupo, en esa tabla general, terminó sexto, a tres puntos del Decano.
Embarcados
Una vez dentro de la Copa, la Conmebol mandó a Tucumán a la fase 2 para enfrentar a El Nacional de Ecuador. El primer partido se jugó el 31 de enero de 2017 en el Monumental José Fierro y finalizó empatado a dos.
Este fue el primer partido internacional en la historia para un equipo del norte de Argentina.
Sin embargo, dicho marcador parecía ser no suficiente para el Decano, dado que la vuelta se jugaría en Quito el 7 de febrero en el estadio Olímpico Atahualpa, una cancha donde a los clubes argentinos no les va bien. No ganaban. Para muchos, la seria ya estaba sentenciada.
Comienza la odisea
Tucumán salió el 5 de febrero rumbo a Ecuador para afrontar la vuelta. El plan estatégico del equipo dispuso viajar desde Argentina a Guayaquil para evitar efectos de la altura en Quito. La idea era llegar horas antes a la capital ecuatoriana e ingresar directamente al partido.
Pero bueno, uno nunca sabe cuando el destino quiere tomarse las cosas tan literales. Y con Tucumán así lo hizo.
El martes 7, el Decano salió rumbo al aeropuerto y abordó el avión que contrataron para hacer el viaje. Sin embargo, autoridades aeronaúticas de Ecuador, no permitieron el despegue de la nave porque no cumplía con los requisitos establecidos por este país.
Desesperados y a horas del juego en Quito, el presidente del equipo dispusó trasladar al plantel en un vuelo comercial, sin embargo, el avión ya estaba sobrecargado y fue imposible montar la utilería del equipo, incluso los uniformes con los que se debía jugar en Atahualpa.
Por fortuna, el destino también es benigno aunque caprichoso. Alguien dentro del plantel recordó que en Quito se está jugando el Sudamericano sub 20 y entonces llamó para que se le prestara un uniforme. Para capricho, tanto la Selección Argentina como Tucumán juegan de albiceleste.
En tanto el club argentino se trasladaba por Quito, en el Atahualpa El Nacional dijo que solo esperaría 45 minutos de margen de espera en caso de fuerza mayor como lo dicta la ley de la Conmebol. Las gradas del estadio tenían no menos 30 mil personas que querían ver a El Nacional (equipo de la milicia ecuatoriana) vencer al ya agitado y trágico Atlético Tucumán.
Finalmente, el equipo llegó al estadio y se anunció que El Nacional jugaría bajo protesta, porque no esperó 45 minutos sino una hora y accedió a hacerlo por la fuerza de la afición. Programado para las 19.15 horas local (00.15 GMT del miércoles), comenzó a las 20.42 horas.
El partido
David Barbona, se llevó por delante a los jugadores de El Nacional, conectó un centro que fue rechazado por la defensa ecuatoriana, pero en el rebote apareció Zampedri, que metió la pelota con un cabezazo.
'Esto es todo de los jugadores, festejen con los jugadores. La verdad fue descarado lo que nos hicieron, nos pararon un avión en la pista. Dos horas lo pararon. Entramos a la cancha sin hacer calentamiento. Estaban amenazando que llegábamos y no nos dejaban jugar. Ahí tienen, Dios es justo', comentó el técnico del Tucumán, Pablo Lavallén, al pie de campo tras su triunfo.
Pese a los apuros que enfrentó, el 'decano' fue superior en el campo de juego, presionó desde el primer tiempo a su rival y tuvo más llegadas al arco de El Nacional.
A partir del minuto 20, los argentinos tomaron el control del balón y fueron constantes en sus ataques.
Tucumán buscó el gol a partir de tiros de esquina y avances por los costados, pero no fueron precisos en la definición.
La primera llegada importante de Tucumán ocurrió en el minuto 26, cuando Leonel Di Plácido lanzó un centro para Fernando Zampedri, que en lugar de golpear el balón con la cabeza, le dio con el hombro, y el tiro salió desviado por un costado del arco.
Para el minuto 30, El Nacional hacía un juego tibio, sin jugadas de peligro e intentaba robar el balón en la media cancha, que era dominada por los argentinos.
Al regreso de los camerinos, El Nacional trató de recuperarse. En el 53, Jorge Ordóñez envió un centro para Pedro Larrea, pero éste desaprovechó el disparo y mandó el esférico por encima del travesaño.
Presionados por el gol de Tucumán en el minuto 63, los 'puros criollos' trataron de arrastrar el juego hacia la zona rival, pero no pudieron mantener por mucho tiempo el balón.
En el 89, Jonathan Borja, que entró en lugar de Fabert Balda en el 58, avanzó hasta la última línea, generando peligro en el arco defendido por Cristian Lucchetti.
Sin embargo, el defensa Bruno Bianchi lo presionó para enviar un centro que fue fácilmente atajado por el guardameta de Tucumán.
Ya con la sangre curtida y con los huevos en la altura, Tucumán medirá fuerzas con Junior de Colombia, que derrotó 3-0 al venezolano Carabobo, en la siguiente fase del torneo, que se disputará el próximo 16 de febrero.
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