ZAGREB, CROACIA.- El 24 de junio, en la Eurocopa 2024, Croacia vio frustradas sus aspiraciones de avanzar en el torneo tras un empate 1-1 ante Italia. Para muchos, este resultado marcaba no solo la eliminación de los croatas, sino también un posible adiós definitivo de Luka Modric de la selección nacional.
Con 38 años y una carrera internacional legendaria, parecía que el momento de colgar las botas a nivel de selecciones estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, Modric, que ha sido el corazón y alma de la selección croata durante más de una década, ha decidido extender su legado al aceptar una nueva convocatoria para representar a su país en la próxima Liga de Naciones.
En septiembre, Croacia se enfrentará a dos pruebas cruciales: un partido contra Portugal el 5 de septiembre en Lisboa, y otro contra Polonia el 8 de septiembre en Osijek. Estos encuentros no solo son vitales para las aspiraciones croatas en la Liga de Naciones, sino que también serán una celebración de la longevidad y el compromiso de Modric, quien un día después del segundo partido cumplirá 39 años.
Con 178 apariciones con su selección, el mediocampista del Real Madrid sigue desafiando el tiempo y las expectativas, demostrando que su amor por el fútbol y por su país aún no tiene fecha de caducidad.
Aunque muchos esperaban que Modric siguiera los pasos de otros grandes jugadores como Toni Kroos, quien decidió concentrarse exclusivamente en su carrera en clubes para evitar el desgaste físico, el croata ha dejado claro que, por ahora, no piensa en retirarse de la escena internacional.
Su sueño de participar en el Mundial de 2026 sigue latente, un objetivo que, de lograrse, lo vería jugando a los 40 años, una hazaña impresionante para cualquier futbolista.
La fecha FIFA de septiembre será exigente para Modric, que deberá equilibrar sus compromisos con la selección croata y el Real Madrid. Antes de unirse a su equipo nacional, Modric se enfrentará a Valladolid, Las Palmas y Betis en La Liga con la entidad Blanca.
El calendario no ofrece muchas treguas, pero su experiencia y capacidad para gestionar la presión serán claves. Tras el partido contra Polonia, Modric tendrá un breve descanso para recargar energías antes de regresar a la competencia doméstica, con la vista puesta en el próximo partido del Real Madrid el 15 de septiembre.
Modric no es solo un jugador, es un símbolo de perseverancia y liderazgo en el fútbol moderno. Su carrera, tanto a nivel de clubes como de selecciones, ha sido una oda a la dedicación, y su deseo de seguir representando a Croacia es un testimonio de su inquebrantable pasión por el deporte.