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'Me encanta ganar títulos'

La Rata confiesa que esta etapa en Siguatepeque es la que no le gusta a ningún futbolista.

29.06.2013

Etiquetado como el AS que aparece en los momentos más determinantes de los torneos, el charrúa saca toda su garra para fortalecer el músculo en el tedioso Cerro Calanterique y así estar a tono para pelear por la gloria.

Las tres sesiones diarias de Marcelo Emanuelle en Siguatepeque, por supuesto, que no le agradan del todo, pero Ramiro Bruschi sabe que allí radica la clave para que las piernas aguanten el deambular de la próxima temporada.

¿Qué tal Ramiro, cómo anda?

Ando muerto, liquidado, hermano, ja, ja, ja. La pretemporada a ningún jugador de fútbol le gusta, pero sabemos que es la base de todo un torneo porque, sin pretemporada, yo pienso que no te dan las piernitas.

Claro, cómo no estar agotado, después de someterse a una dura rutina diaria: a las 5:45 AM le esperan las pesas, a las 9:00 AM el sube y baja del cerro más famoso de Sigua y a las 3:00 PM la recompensa con la número cinco.

“La verdad que todas son duras; lo más linda es el trabajo de la tarde con pelota, pero esta es la base para lograr un campeonato y hay que trabajar duro”, cuenta el delantero.

¿Algunas vomitadas en el cerro?

Sí, de vez en cuando te sale algún vómito, pero bueno... Hay que esforzarse, concentrarse, cerrar los ojos y hacer el trabajo. Ahorita estamos bien, no ha habido vomitada ja, ja, ja, pero la gente está resintiendo el cansancio porque los primeros días de entreno son complicados, aunque ya después como que pasa.

El inicio no fue fácil

Sin embargo, esas experiencias un poco amargas se han visto recompensadas por siete títulos que ha conquistado en la cueva desde que llegó en 2008, aunque los inicios no fueron nada fáciles.

“Al principio me costó mucho adaptarme a Honduras, cuando vine se había complicado, no tenía muchas oportunidades de jugar, pero gracias a Dios en semifinales contra Motagua pude demostrar que clase de jugador soy”, comenta la Rata.

Justamente ese apelativo se lo ganó por su indiscutible rapidez, pero quién mejor que él para exteriorizar sus cualidades: “Mi virtud es la entrega que tengo en el equipo, juego con el corazón y lo principal es la velocidad, que es en lo que más me destaco; pero sé que eso no es todo, hay que trabajar mucho en la técnica también y tratar de confiar en las cualidades que uno tiene”.

Hombre de juegos importantes... Precisamente, valiéndose de esa velocidad fue que en el Clausura 8 ante los Azules demostraría su valía y, a partir de allí, se convertiría en un futbolista experto en anotar en semis y finales y por ello ha quedado enmarcado en el corazón merengue como un atacante de partidos decisivos.

¿Te consideras un jugador de semis y finales?

Es un dicho, así lo han etiquetado los periodistas ja, ja, ja, dicen que solo aparezco en semifinales. Me ha tocado la oportunidad de lograr cosas importantes, pero uno trata de hacer un buen torneo y terminarlo bien.

Cero conformismo

Con esos cinco años llenos de campeonatos, cualquiera podría darse por listo y servido en su estadía en suelo catracho, pero Ramiro no es de los que se hacen cómplices del conformismo.

“Estoy contento con lo que he logrado, pero no me conformo, no soy un jugador conformista, me encanta ganar muchos títulos y gracias a Dios tengo la chance de estar en este equipo, haber ganado bastantes campeonatos y que la gente me reconozca y me quiera como me quiere”, dice el hombre que no se despega el infaltable mate después de cada sesión de trabajo de Emanuelle.

Por ahora, el muslo agarra forma, la mente se llena de optimismo y el mundo albo se ilusiona con que el charrúa esté al cien para conquistar el penta y la Champions. Tarea complicada ehh...