Pese a que la noticia del día para los hinchas del FC Barcelona era que su ídolo, Lionel Messi, llegó este domingo a 500 goles con la camisa azulgrana, el astro argentino también fue objeto de críticas tras mostrar su enfado en el juego ante el Sevilla, luego de ser amonestado.
Aunque, a lo largo del encuentro Messi dio cátedra de buen fútbol y demostró porqué es considerado el mejor futbolista de la actualidad, ya que asistió, quitó, aceleró, dribló, le pegó al arco y por si fuera poco, anotó.
Una de las acciones que sobresale del encuentro es la 'rabieta' de la figura del Barcelona, cuando recibió la tarjeta amarilla tras permanecer varios segundos en el suelo, sin uno de sus botines porque estaba roto.
Sin embargo, el árbitro interpretó que Messi estaba perdiendo tiempo y lo amonestó, a lo que el futbolista le mostró el zapato, aduciendo que no podía continuar jugando con él.
Mientras salía a cambiarse de calzado, Messi lanzó el botín al césped del Sánchez-Pizjuán en señal de rabia por lo acontecido. Segundos después siguió brillando y aportando para que su club se quedara con los tres puntos a domicilio.
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