DENVER, ESTADOS UNIDOS.- En un nuevo episodio de su pugna por la hegemonía en la
Concacaf, México y
Estados Unidos chocarán el domingo por el primer trofeo de la Liga de Naciones, en una final imprevisible por el empeño de la afición del 'Tri' en lanzar su grito homofóbico.
Ambas selecciones cumplieron con su papel de favoritas en las semifinales del jueves en Denver (Colorado) pero pasaron muchos más apuros de los esperados.
Estados Unidos venció 1-0 a Honduras con un agónico gol en el minuto 89 del suplente Jordan Siebatcheu.
México empató sin goles con Costa Rica en los 90 minutos y necesitó de una nueva atajada salvadora de Guillermo Ochoa para vencer 5-4 en la tanda de penales, que estuvo cerca de no celebrarse por el rechazo de sus seguidores a cesar el cántico despectivo.
A pesar de que esta fase final del torneo, que fue aplazada en 2020 por la pandemia de coronavirus, se disputa en Denver (Colorado), Estados Unidos puede estar en clara minoría en las gradas.
El jueves, la abrumadora mayoría de los 34.000 espectadores apoyaron fervorosamente a Diego Lainez, Hirving Lozano y el resto de integrantes del 'Tri' en sus intentos por batir al arquero tico Leonel Moreira, sustituto del lesionado Keylor Navas.
El técnico argentino Gerardo 'Tata' Martino reconoció que su equipo no generó suficiente volumen ofensivo y podría buscar alternativas en el banquillo, donde aguardan el potente Alan Pulido (Sporting Kansas City) y el habilidoso Jesús 'Tecatito' Corona (Oporto).
Martino, que alzó su primer título al frente de México derrotando a Estados Unidos en la Copa Oro de 2019, considera el choque del domingo como el más importante de este verano (boreal), ya que ninguna de las selecciones irá con todo su potencial a la Copa Oro de julio.
Promesas como Sergiño Dest (FC Barcelona) o Gio Reyna (Borussia Dortmund) pelearán por primera vez por un título con la absoluta, el tipo de experiencia que quiere que adquieran el seleccionador Gregg Berhalter.
Para Christian Pulisic, la figura del equipo, será una nueva oportunidad de levantar su primer trofeo de selecciones.
El delantero del Chelsea, de 22 años, quiere ejercer su jerarquía en la región después de convertirse en el primer estadounidense en ganar la Liga de Campeones de la UEFA.
Berhalter podría modificar también su once inicial relevando a Josh Sargent por Jordan Siebatcheu, delantero del Young Boys suizo que el jueves se estrenó como goleador internacional con el agónico gol del triunfo ante Honduras.
El jueves, por segundo partido de México consecutivo, el árbitro mandó parar el juego unos minutos y desde la megafonía se advirtió que, de acuerdo con el protocolo de Concacaf, el siguiente paso sería dar por suspendida la semifinal.
La confederación y las autoridades y futbolistas mexicanos llevan años intentando que los seguidores abandonen la costumbre de corear el insulto cada vez que el arquero rival saca de puerta, que para muchos de ellos es un simple grito de guerra futbolístico.
México ha recibido más de 14 multas por una suma total de unos 400.000 dólares y su federación advierte que, si no hay un cambio a partir de esta final, las siguientes penas serán deportivas.
'Si las cosas no funcionan el proximo partido del domingo, la Concacaf puede tomar medidas', afirmó Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, a la cadena TUDN. 'Las medidas son muy abiertas, pueden ser muy drásticas y afectar a los siguientes partidos sin importar el torneo'.
'Puede ser que los próximos partidos nos obliguen a jugar a puerta cerrada, no importa si son amistosos u oficiales. Puede ser que nos saquen de las siguientes competencias', advirtió. 'Las cosas se pueden poner muy feas'.
El jueves, la seguridad del estadio también expulsó a varios aficionados por el 'uso de lenguaje discriminatorio', informó la Concacaf.
'No nos representa como mexicanos', recalcó De Luisa. 'Entendemos que tenemos la libertad de ir a disfrutar de un espectáculo como aficionados pero sin afectar a los terceros (...) Yo concuerdo en que puede ser recibido como un acto discriminatorio y si es así, hay que quejar de hacerlo'.
Antes de la final, Costa Rica y Honduras disputarán el partido por el tercer y cuarto puesto de la primera Liga de Naciones, torneo creado para ofrecer partidos competitivos a las 41 selecciones de Concacaf en fechas FIFA.
La final arrancará el domingo a las 18H00 locales (01H00 GMT del lunes) en el estadio Empower Field de Denver (Colorado).
México: Guillermo Ochoa - Edson Álvarez, Nestor Araújo, Héctor Moreno, Jesús Gallardo - Uriel Antuna, Héctor Herrera, Andrés Guardado - Diego Lainez, Hirving Lozano y Alan Pulido. DT: Gerardo Martino
Estados Unidos: Zach Steffen - Sergiño Dest, John Brooks, Mark McKenzie, Antonee Robinson - Weston McKennie, Kellyn Acosta, Sebastian Lletget - Christian Pulisic, Gio Reyna y Jordan Pefok. DT: Gregg Berhalter.
Ambas selecciones cumplieron con su papel de favoritas en las semifinales del jueves en Denver (Colorado) pero pasaron muchos más apuros de los esperados.
Estados Unidos venció 1-0 a Honduras con un agónico gol en el minuto 89 del suplente Jordan Siebatcheu.
México empató sin goles con Costa Rica en los 90 minutos y necesitó de una nueva atajada salvadora de Guillermo Ochoa para vencer 5-4 en la tanda de penales, que estuvo cerca de no celebrarse por el rechazo de sus seguidores a cesar el cántico despectivo.
A pesar de que esta fase final del torneo, que fue aplazada en 2020 por la pandemia de coronavirus, se disputa en Denver (Colorado), Estados Unidos puede estar en clara minoría en las gradas.
El jueves, la abrumadora mayoría de los 34.000 espectadores apoyaron fervorosamente a Diego Lainez, Hirving Lozano y el resto de integrantes del 'Tri' en sus intentos por batir al arquero tico Leonel Moreira, sustituto del lesionado Keylor Navas.
El técnico argentino Gerardo 'Tata' Martino reconoció que su equipo no generó suficiente volumen ofensivo y podría buscar alternativas en el banquillo, donde aguardan el potente Alan Pulido (Sporting Kansas City) y el habilidoso Jesús 'Tecatito' Corona (Oporto).
Martino, que alzó su primer título al frente de México derrotando a Estados Unidos en la Copa Oro de 2019, considera el choque del domingo como el más importante de este verano (boreal), ya que ninguna de las selecciones irá con todo su potencial a la Copa Oro de julio.
Pulisic por primer título con EEUU
Más que pensar en la revancha de la final perdida en 2019, Estados Unidos está centrada en el rodaje de un joven grupo en el que tienen grandes expectativas para los próximos años.Promesas como Sergiño Dest (FC Barcelona) o Gio Reyna (Borussia Dortmund) pelearán por primera vez por un título con la absoluta, el tipo de experiencia que quiere que adquieran el seleccionador Gregg Berhalter.
Para Christian Pulisic, la figura del equipo, será una nueva oportunidad de levantar su primer trofeo de selecciones.
El delantero del Chelsea, de 22 años, quiere ejercer su jerarquía en la región después de convertirse en el primer estadounidense en ganar la Liga de Campeones de la UEFA.
Berhalter podría modificar también su once inicial relevando a Josh Sargent por Jordan Siebatcheu, delantero del Young Boys suizo que el jueves se estrenó como goleador internacional con el agónico gol del triunfo ante Honduras.
'La cosa se puede poner fea'
La feroz rivalidad entre los dos finalistas anticipa que podría vivirse un nuevo e imprevisible episodio de la lucha contra el grito homofóbico de la afición mexicana.El jueves, por segundo partido de México consecutivo, el árbitro mandó parar el juego unos minutos y desde la megafonía se advirtió que, de acuerdo con el protocolo de Concacaf, el siguiente paso sería dar por suspendida la semifinal.
La confederación y las autoridades y futbolistas mexicanos llevan años intentando que los seguidores abandonen la costumbre de corear el insulto cada vez que el arquero rival saca de puerta, que para muchos de ellos es un simple grito de guerra futbolístico.
México ha recibido más de 14 multas por una suma total de unos 400.000 dólares y su federación advierte que, si no hay un cambio a partir de esta final, las siguientes penas serán deportivas.
'Si las cosas no funcionan el proximo partido del domingo, la Concacaf puede tomar medidas', afirmó Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol, a la cadena TUDN. 'Las medidas son muy abiertas, pueden ser muy drásticas y afectar a los siguientes partidos sin importar el torneo'.
'Puede ser que los próximos partidos nos obliguen a jugar a puerta cerrada, no importa si son amistosos u oficiales. Puede ser que nos saquen de las siguientes competencias', advirtió. 'Las cosas se pueden poner muy feas'.
El jueves, la seguridad del estadio también expulsó a varios aficionados por el 'uso de lenguaje discriminatorio', informó la Concacaf.
'No nos representa como mexicanos', recalcó De Luisa. 'Entendemos que tenemos la libertad de ir a disfrutar de un espectáculo como aficionados pero sin afectar a los terceros (...) Yo concuerdo en que puede ser recibido como un acto discriminatorio y si es así, hay que quejar de hacerlo'.
Antes de la final, Costa Rica y Honduras disputarán el partido por el tercer y cuarto puesto de la primera Liga de Naciones, torneo creado para ofrecer partidos competitivos a las 41 selecciones de Concacaf en fechas FIFA.
La final arrancará el domingo a las 18H00 locales (01H00 GMT del lunes) en el estadio Empower Field de Denver (Colorado).
Posibles alineaciones:
México: Guillermo Ochoa - Edson Álvarez, Nestor Araújo, Héctor Moreno, Jesús Gallardo - Uriel Antuna, Héctor Herrera, Andrés Guardado - Diego Lainez, Hirving Lozano y Alan Pulido. DT: Gerardo Martino
Estados Unidos: Zach Steffen - Sergiño Dest, John Brooks, Mark McKenzie, Antonee Robinson - Weston McKennie, Kellyn Acosta, Sebastian Lletget - Christian Pulisic, Gio Reyna y Jordan Pefok. DT: Gregg Berhalter.