Ídolo de jóvenes, gallina de los huevos de oro para los anunciantes y punta de lanza de una Seleçao en plena renovación, Neymar disfruta de un aura sin precedentes en Brasil, que asiste apasionado a la novela sobre su eventual traspaso al Paris Saint Germain.
Es la estrella imprescindible del país del 'futebol', que concentra en él sus esperanzas para romper la hegemonía del binomio Messi-Ronaldo y suceder a Kaká, el último brasileño que conquistó el Balón de Oro, en un 2007 demasiado lejano.
Para la mayoría de los comentaristas locales, Neymar debe salir del Barcelona y alejarse de la sombra de Messi para apuntar a la cima de forma individual.
En una encuesta publicada al final de la semana pasada por el sitio Globoesporte, alrededor del 75% de los internautas afirmaban ser partidarios de su transferencia al club francés.
Todos los rumores se analizan con intensidad por los medios brasileños, como cuando la cadena Esporte Interativo revolucionó la actualidad mundial al asegurar a mediados de julio que Neymar había 'aceptado la proposición del PSG'.
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- 'Neymardependencia' -
En Brasil, el traspaso de su delantero estrella es una verdadera cuestión nacional.
A los 25 años, es el quinto artillero de la historia de la 'canarinha' con 52 tantos en 77 partidos. Solo tres goles por detrás de Romario, 'Ney' ya ha adelantado a leyendas como Bebeto o Jairzinho.
En ausencia de otros cracks de gran envergadura en su generación, Neymar siempre ha cargado con una gran presión sobre los hombros.
Revelado en el Santos -como el Rey Pelé-, desde la adolescencia se lo ha presentado como su sucesor. En 2013, llegó incluso a heredar el número 10 de su majestad en la selección nacional, aunque siempre ha jugado con el 11 en sus clubes.
Pese a que hoy lo acompañan otras estrellas emergentes como Gabriel Jesús o Philippe Coutinho, el delantero sigue siendo el centro del juego de una Seleçao que todavía no ha conseguido superar la 'Neymardependencia'.
Bajo las órdenes de Tite -artífice de la racha de ocho victorias consecutivas en las eliminatorias que dieron a Brasil el primer boleto para el Mundial-2018-, marcó cinco goles y dio seis pases decisivos en seis partidos.
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- Rey de la publicidad -
Pero el fenómeno Neymar va mucho más allá de los límites de la cancha.
Cada una de sus apariciones en Brasil va acompañada de los estridentes gritos de las 'Neymarzetes', apasionadas seguidoras adolescentes enamoradas de su ídolo.
Sus imaginativos cortes de pelo marcan tendencia entre los chicos jóvenes, con todas las variedades de crestas posibles.
Campeón de las redes sociales, 'Ney' publica regularmente fotos junto a otras celebridades como el piloto de Fórmula 1 Lewis Hamilton, con quien asistió en junio a uno de los partidos de la final de la NBA.
Sus 78,2 millones de seguidores en Instagram, y más de 30 millones en Twitter, pudieron seguir también los detalles de su idilio con la joven actriz Bruna Marquezine, con quien rompió por tercera vez el pasado junio, parece que ahora de forma definitiva.
En las televisiones brasileñas, además, es difícil encontrar una pausa publicitaria en plena telenovela que no contenga al menos un anuncio con la participación de Neymar.
El delantero es imagen de todo tipo de productos, desde baterías de autos a suplementos alimentarios, pasando por enjuagues bucales.
Sus ingresos anuales fueron estimados en 37 millones de dólares por Forbes, quien le presenta como el único futbolista que gana más con sus contratos de publicidad que con su salario.
Paradójicamente, uno de los únicos lugares donde Neymar no disfruta de esa imagen impecable en Brasil es en su club formador, el Santos, que se considera perjudicado por su controvertido traspaso al Barcelona en 2013.
Una operación que le ha valido numerosos problemas con la justicia brasileña y la española, aunque no han sido suficientes para empañar su imagen en casa, donde este martes se archivó una de las denuncias en su contra.
Como máximo, se le considera como un joven ingenuo a la sombra de su padre, visto como un duro hombre de negocios obnubilado por el dinero.
Aunque a él tampoco le faltan recursos, como cuando reaccionó a la hostilidad del Santos afirmando que, si regresaba a Brasil, lo haría para defender los colores del Flamengo, el club más popular del país.
Otra forma de regatear las críticas y asegurarse el cariño de millones de hinchas.