SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- El 15 de octubre del 2022 quedará por siempre marcado en la vida de Santos Orellana, el anciano más feliz en el estadio Yankel Rosenthal por el duelo entre Marathón y Motagua (0-2) por la fecha 13 del Apertura 2022 de la Liga Nacional.
Originario de San Antonio, Cortés, el aficionado del Ciclón se trasladó hacia San Pedro Sula para asistir por primera vez a un inmueble futbolístico para presenciar un juego del equipo de sus amores.
Con 76 años, Santos asistió al Yankel en su silla de ruedas en compañía de sus íntimos amigos Kelly Díaz y José Casco, quien le cumplieron su sueño.
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Santos Orellana, portando su mascarilla y camisa del Motagua, tuvo el placer de conocer a los futbolistas azules en el pasillo entre los camerinos y la cancha del escenario.
Fue allí donde se fotografió con jugadores como Eddie Hernández, Jonathan Rougier, Iván “Chino” López y Héctor Castellanos, quien le obsequió el jersey de local que vestía una vez terminó el primer tiempo del partido. Orellana era un hincha más desde la parte baja de la zona de preferencia, viendo muy de cerca el partido del campeón nacional, a pesar de que es un veterano de guerra contra la naturaleza humana.
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Su primera batalla aconteció hace más de seis años: Don Santos quedó inválido debido al derrame de líquido de sus rodillas ya que se mojaba estando caliente.
El hincha azul cuenta que trabajaba lavando café en su localidad. Lastimosamente, en el 2019 fue operado en su ojo izquierdo debido a cataratas; esta se realizó por una brigada de cubanos en Siguatepeque.
Finalmente su recompensa a la lucha llegó de parte de Kelly, cuya familia es la que cuida a Don Santos, quien finalmente pudo ser un águila más dentro de un estadio de fútbol.
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